jueves, 13 de diciembre de 2007

LA HISTORIA DEL VAPOR “LA PALMA”


Historia

LA HISTORIA DEL VAPOR “LA PALMA”

Por su carácter insular, Canarias, como cualquier otro archipiélago, ha debido enfrentarse al problema de la comunicación entre islas, posibilitando los intercambios sociales y comerciales. Curiosamente, y al revés que en otros archipiélagos, los primitivos habitantes de las islas desconocían el arte de navegar, por lo que esta necesidad de intercomunicación surgió justamente a raíz de la Conquista.

A medida que pasaban los años y aumentaba la población resultaba más acuciante la mejora de las comunicaciones Interinsulares. A este respecto cabe preguntarse si el progresivo aumento de la demanda es consecuencia directa del aumento y mejora del transporte, o, si es al contrario. Sea como sea, la realidad es que año tras año han venido mejorando sensiblemente los medios de transporte.

En un principio fueron pequeñas goletas de 40 a 50 toneladas las que, de forma esporádica, enlazaban los diversos puertos de las islas. En 1.866 siendo Ministro de Gobernación Don Fernando de León y Castillo acometió la tarea de modernizar las comunicaciones interinsulares, a cuyo fin se convocó un concurso-subasta para otorgar el servicio.

La adjudicataria resultó ser la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios, filial de la inglesa Elder Dempster Ltd. Sus dos primeros vapores, construidos en Inglaterra fueron bautizados con los nombres de “León y Castillo” y “Viera y Clavijo”. El primero llegó a Las Palmas en Agosto de 1.888, y dos meses más tarde, el segundo.

Al panal de rica miel que resultó ser el negocio marítimo en Canarias acudieron numerosas navieras. Unas, nacionales y otras, como la ya citada, ramas de otras extranjeras.

La navegación a vela continuó en estas islas hasta bien entrada la década de los 70, si bien aquellas goletas fueron dotadas de motores auxiliares para las maniobras en puerto y también, para poder seguir navegando durante los pocos días de calma que se dan en el Archipiélago.

Establecidas las líneas regulares de acuerdo con el concurso de 1.886, pronto resultaron ser harto insuficientes para atender a la creciente demanda. En consecuencia, en 1.911, Vapores lnterinsulares encargó a astilleros ingleses la construcción de una serie de 3 barcos grandes (“Viera y Clavijo”, “León y Castillo” y “La Palma”) y otros 3 chicos (“Fuerteventura”, “Lanzarote” y “Gomera-Hierro”). Todos ellos fueron entregados a lo largo de 1.912, el mismo año del hundimiento del desafortunado “Titanic”. Las principales características de los primeros podemos resumirlas así:
Barcos mixtos de pasaje-carga, de casco de acero, 2 cubiertas, 1 hélice. Eslora= 61,0 mts., Manga 9,14 mts., Puntal 5,97 mts., Calado 12’01”. Máquina de triple expansión de 700 hp. Velocidad 11 nudos. Capacidad para 190 pasajeros en tres clases.

El La Palma fue construido por W. Harkerss & Son Ltd., en Míddlesbrough, número de construcción: 192. Su botadura tuvo lugar el 15 de Febrero de 1.912. Terminado el 10 de Abril salió el 16 al mando del Capitán D. Aurelio del Arco y tras una escala en Bremen llegó a Las Palmas el 24. La Real Patente de Navegación le fue expedida con fecha 18 de Junio de 1.913. Inscrito en la Lista 2ª, Folio 29 del Registro de Santa Cruz de La Palma.

De sus largos años de vida marinera cabe destacar:
En 1.918 fue fletado juntamente con sus otros dos gemelos por Armaduras de la Península hasta el final de la 1ª Guerra mundial.
En Enero de 1.925 sufrió una varada en Arrecife a consecuencia de fuerte temporal.
En Marzo de 1.929 sufrió un incendio prontamente sofocado y que originó escasos daños.
En Diciembre de 1.930 auxilió al cañonero Uad Ras que había embarrancado en Cala Fuster (Fuerteventura).
En Septiembre de 1.931 prestó remolque al vapor Tordera que había quedado al garete por rotura del eje de cola a unas 200 millas al norte de Tenerife.

El 15 de Julio de 1.933 colisionó con el Águila de Oro causándole daños por valor de ¡10.000 Pts! (60 €).
En Febrero de 1.934 consigue poner a flote al pesquero Pedro que había embarrancado cerca de Cabo Juby.
En Julio de 1.936 fue militarizado y navegó como transporte de guerra artillado para su defensa, hasta que en 1.938 volvió al servicio interinsular.
En Octubre de 1.958 se terminaron los trabajos de modernización. Entonces se le instalaron quemadores de fuel-oil con lo que se consiguió mayor economía y algo mas de velocidad.

En 1.930 la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios fue adquirida por la Compañía Trasmediterránea que continuó explotando las líneas sobre la base de sucesivos contratos con el Estado. Y otros barcos vinieron a apoyar a los veteranos correíllos. “Ciudad de Mahón” y “Ciudad de Málaga”, “J. J. Sister”, “Ciudad de Huesca”, “Ciudad de Teruel”. Después vinieron los llamados Santas; Santa María del Pino (1.963), Santa María de las Nieves y Santa María de la Candelaria (1.964), y Santa María de la Caridad y Santa María de la Paz (de 1.967). Todos ellos destinados a la navegación interinsular, si bien resultaron ser un fracaso. Con la incorporación de estas motonaves de casco blanco, los primitivos correíllos pasaron a ser denominados los correíllos negros.

Pero, volviendo a los seis correíllos negros, sólo nos queda el La Palma que hasta el momento se ha venido resistiendo a morir.
El Viera y Clavijo fue vendido en 1,978 a Marel B V, Nieukerk, y dado de baja en el Lloyd ‘s , sirvió como residencia a flote para personal de los astilleros Verolme de Rotterdam. En 1.984 fue remolcado a Zierikzee (Roterdam) para convertirse en Museo, donde se cree que fue desguazado.
El León y Castillo fue vendido por 800.000 Pts. En 1.981 a Martín Juan Arkev para su desguace, que tuvo lugar en Las Palmas en el mes de Octubre.
Los otros tres chicos también acabaron sus días bajo los sopletes de los desguazadores.

Encontrándose el “La Palma” en el puerto de Arrecife el 16 de Marzo de 1.976 sufrió una grave avería en una de sus calderas. Al día siguiente llegó a Las Palmas. Dado que ya por aquel entonces estaba prevista su próxima retirada del servicio y teniendo en cuenta el alto coste que suponía la reparación de la caldera, acabó amarrado al muelle de Las Palmas en espera de lo que se decidiera en cuanto a su futuro.

El 12 de Noviembre fue adquirido en subasta pública por la cantidad de un millón y medio de pesetas por Jürgen Flick que se proponía convertirlo en museo, club de yates y casino-restaurante a flote, como se ha venido haciendo en puertos extranjeros en casos similares, por cierto, con gran éxito.

La idea, aunque buena, tropezó con la burocracia y la incomprensión. Trabas, impedimentos, objeciones... desde todos y cada uno de los Organismos que debería aprobar el proyecto acabaron con la paciencia del Sr. Flick.
El 6 de Diciembre de 1.982 el Ayuntamiento de Las Palmas acordó por unanimidad la compra del barco a Flick para convertirlo en centro cultural público, y a tal fin se constituyó una Comisión. Esta operación nunca se realizó.

Siguió pasando el tiempo y el Sr. Flick no encontraba forma de quitarse de encima tamaño problema. El 6 de Febrero de 1.985 ofrece el barco gratuitamente al Ayuntamiento de Las Palmas. No obtiene respuesta. Insiste. El 27 de Agosto presenta un ultimátum dándole un plazo que termina el 15 de Septiembre y que resolviera legalmente la entrega. Por toda contestación el silencio administrativo.
A pesar de todo, el 29 de Septiembre volvió a insistir en el sentido de que pese a que contaban con otras partes interesadas, todavía mantenía su oferta por si había un inmediato acuerdo. El Ayuntamiento volvió a dar la callada por respuesta.

El 5 de Febrero de 1.986 el Parlamento de Canarias admitió a trámite una proposición no de Ley sobre adquisición del correíllo La Palma. Mientras tanto, y en un nuevo intento para deshacerse del barco el Sr. Flick se lo oferta, también con carácter gratuito, al Cabildo de Tenerife.
El 12 de Febrero del mismo año, gracias a la iniciativa del entonces Presidente D. José Segura Clavel, el Pleno del Cabildo estudia la propuesta Flick y acepta el hacerse cargo del barco con los votos a favor de Socialistas, Grupo Popular y Grupo Mixto y con la abstención de ATI.
Es entonces cuando las fuerzas vivas de Las Palmas se movilizan para tratar de evitar que el barco vaya para Tenerife. Se crea una Asociación de Amigos del Vapor “La Palma”, proliferan los artículos de opinión en la prensa local. El propio Alcalde llegó a manifestar:.” El señor Flick hará lo que quiera; pero el barco no sale de Las Palmas”.

Finalmente, el 13 de Marzo de 1.986 y a remolque del Tamaran, entró en el puerto de Santa Cruz de Tenerife el tan discutido correíllo. Desde entonces permanece en varadero esperando, esperando...

RICARDO GENOVA

Capitán de la Marina Mercante

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