Mostrando entradas con la etiqueta cuentos canarios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos canarios. Mostrar todas las entradas

miércoles, 1 de mayo de 2013

Un momento de ironía

Un momento de ironía

Todo retumbó a su alrededor y él recuperó la conciencia en un lento despertar. Pero no era un despertar normal, aunque tardó en darse cuenta de ello. No recordaba haber soñado y no podía abrir los ojos. Bueno, más que nada era como si no tuviese ojos que abrir. Hiciese lo que hiciese, le rodeaba una uniforme e impenetrable oscuridad. Intentó tocarse los ojos pero los brazos no le respondían. En realidad era como si tampoco tuviese brazos que mover...

Eso terminó de espabilarlo. ¿Dónde estaba?. No lo podía recordar, pero tendría que recuperar el control de su cuerpo para averiguarlo. Debería haber quedado dormido en una mala postura y ahora sus miembros insensibles no le respondían. Pero era muy raro, no recibía sensaciones, no sentía hormigueos en los brazos o en las piernas, no sentía la cabeza en la almohada, no sentía el peso de su cuerpo en el colchón. Tampoco sentía su respiración, ni los latidos de su corazón agitado por el nerviosismo que le produciría esta rara situación.

Pero es que no estaba nervioso. No tenía miedo. ¿Por qué no tenía miedo?. Si lo pensaba fríamente tendría que estar muy alterado y con el pulso acelerado hasta que el corazón pareciera saltarle del pecho, pero, comprobó otra vez, tampoco sentía el corazón...

No comprendía por qué no se agitaba en la cama y se despertaba gritando de esa pesadilla. Quizá porque no era una pesadilla. Quizá se había dado un golpe y estaba inconsciente, bueno, desmayado. ¿Qué sentiría entonces?. Tuvo que hurgar más en su memoria. Recordó que una vez, de pequeño, perdió el conocimiento. Según su madre fueron unos segundos pero él hubiera jurado que duró mucho más. Fue una experiencia intensa y cuando despertó zarandeado, entre los gritos y cachetes de la gente que le rodeaba, pensó que eso era un sueño y la realidad era el sueño del que lo acababan de sacar. Así que rechazó todo ese ajetreo y cerró los ojos para seguir con la otra vivencia. Eso desató una nueva oleada de gritos y zarandeos y volvió a la cruda realidad viéndose llevado en volandas a un centro de urgencias cercano. No recordaba qué era lo que soñaba, sólo lo desagradable que le pareció la realidad en comparación con la placidez de la experiencia imaginada.

¿Estaría viviendo ahora algo similar?, ¿estaría inconsciente y su cuerpo se negaría a volver a una situación desagradable?, ¿a qué situación?. No podía recordarlo. Quizá había sufrido un accidente y estaba tirado ahora en medio de una carretera sin que nadie se atreviese a tocarlo. ¿Un accidente de qué?, ¿de coche?, ¿de moto?... ¿tenía moto?. No se acordaba de eso y tanto esfuerzo mental le tenía que producir un gran dolor de cabeza, pero... no, definitivamente tampoco sentía dolor de cabeza. Su memoria, su instinto estaban asociando situaciones con las sensaciones que debería sentir, pero no sentía nada de eso, evidentemente estaba en una situación nueva ¿pero en cuál?.

La idea se hizo presente, aunque en realidad parecía que siempre había estado allí. ¿Y si no sentía nada porque no había nada que sentir?. ¿Y si lo único que funcionaba era su mente?. Su mente sin cuerpo ¿cómo?, ¿en un laboratorio?, ¿en un frasco, bañada en solución nutritiva a la espera de ser implantada en un nuevo cuerpo?. ¿Su cerebro en la estantería de un banco de órganos a la espera de encontrar un receptor adecuado?, ¿a la espera de que la tecnología avanzase lo suficiente para permitir una operación así?. ¿Sería posible que en todo ese tiempo nadie se diese cuenta de que su mente estaba activa?. ¿Cuánto tiempo?, ¿cuánto tiempo sumido en sus pensamientos?, ¿y cuánto tiempo llevaba así?. Sin sensaciones externas le resultaba difícil calcular. Sólo contaba con sus pensamientos, pero ¿cuál era la velocidad de sus pensamientos?.

Igual estaba en coma. ¿Qué se sentiría estando así?. Sabía que a los enfermos en coma les ponían música y sus familiares les hablaban porque se suponía que les hacía bien. ¿Pero se enteraban de algo los enfermos?. ¿Estaría su mujer a su lado hablándole de los progresos de sus hijos en la escuela?. O quizás su madre contándole cómo superó aquella gripe tan mala cuando era pequeño. Intentó prestar atención... nada. Era inútil, estaba solo o, lo que era prácticamente lo mismo, se sentía solo.

¿Qué podía hacer?. ¿Encomendarse a Dios?. No hubiese estado mal, si no fuera por el hecho de que no creía en Dios, aunque quizá fuese un buen momento para empezar. Después de todo a Dios se recurre en situaciones desesperadas y ésta bien podía ser una de ellas.

La religión, así en general, da respuestas a preguntas que no la tienen, o por lo menos que no son accesibles con los medios que en cada momento disponemos. Además da las respuestas que queremos oír. Eso la hace, por una parte tremendamente útil y por otra parte incuestionable. De ahí su éxito, de ahí que no la aceptase, aunque siempre estaría dispuesto a estudiar cualquier argumento que demostrase que no era una simple mentira tremendamente útil.

Pensándolo bien, podría estar ante el argumento que estaba esperando. Podría estar ante una experiencia "después de la muerte", una de esas historias que narran los que han estado en situación de muerte clínica y después han sido reanimados. Historias que, había que reconocer, coincidían en aspectos fundamentales, pero siempre había pensado que para eso habría una explicación más lógica que mística. Quizá durante la muerte neuronal en el cerebro producirían una serie de fenómenos que desencadenasen esas situaciones, la sensación de placidez, la visión en túnel y todo lo demás.

Así pues era eso lo que le estaba pasando. ¿Estaría ya muerto?. No recordaba lo que le había pasado, aunque tampoco le importaba. Curiosamente tampoco le importaba la situación de la familia y amigos que dejaba atrás. Era una sensación de placidez extraña, nada parecido a la felicidad, era simplemente ya no ser de este mundo.

Todo volvió a retumbar y esta vez comprendió que se trataba de su corazón. Un latido, igual que el que le despertó antes. Se sorprendió del proceso mental que había sufrido entre uno y otro. Con toda seguridad el último. ¿Qué vendría ahora?.

Delante se formó un punto luminoso y la oscuridad se curvó entorno suyo. Sin solución de continuidad se abrió paso la luz y se encontró rodeado de rostros conocidos, reviviendo imágenes pasadas y olvidadas, aunque con argumentos bien distintos.

- Siempre me gustaste. Si me hubieses dicho que querías salir conmigo te habría dicho que sí-. Le dijo Sara, aquella chica del instituto de la que se enamoró tan perdidamente que nunca se atrevió a contárselo. Era curioso, hacía siglos que la había olvidado.

Supo que había repasado las cosas que había hecho y las que habría podido hacer, sin que pudiese calcular el tiempo que le había llevado todo ello.

También supo que el proceso había terminado y que ahora podría contestar la pregunta que siempre le había intrigado "¿qué hay después de la muerte?". Había dos opciones. Que el túnel se apagase cuando muriesen las neuronas o que alguien viniese por él a buscarle y comenzase una realidad nueva.

De poder hacerlo habría sonreído, era una ironía que fuese lo que fuese no podría contárselo a nadie.

martes, 4 de diciembre de 2012

La tortuga que quería dormir

Colección O  







La tortuga que quería dormir

La tortuga tiene mucho sueño y va a dormir todo el invierno. Cuando ya está en cama, después de cumplir con el ritual para irse a dormir (cepillarse los dientes, ponerse el camisón, colocar las sábanas…), alguien llama a la puerta. Son sus amigos, que van llegando con regalos (un gorro, una tarta de pera, una manta…) para acompañarla antes del largo período de sueño que está a punto de empezar. La amistad es importante y la tortuga agradece las intenciones, pero cada vez tiene más sueño y lo único que quiere es que la dejen tranquila para poder dormir… El miedo a la noche, a la oscuridad, o el desasosiego en el momento de dormir resultan muy comunes durante la infancia. Por ello, es fundamental que los niños se identifiquen con los personajes que viven estas experiencias con tranquilidad, para que de esta forma se den cuenta de que el descanso y el silencio son necesarios. Desde el punto de vista formal, la historia está construida a partir de rimas, repeticiones, enumeraciones, y con un lenguaje sencillo que funciona muy bien con los más pequeños. El juego de onomatopeyas, reforzado por la ilustración, le da un tono lúdico a la narración y marca un ritmo en el que los oyentes pueden participar. La historia también se puede seguir perfectamente a través de las ilustraciones, llenas de ternura y humor, y con estilo propio y las texturas inconfundibles de Alessandra Cimatoribus. Seguro que la simpática tortuga y sus amigos conquistarán en seguida al lector, por su carácter amable y por su fuerza expresiva. En definitiva, un álbum para que reforcemos hábitos saludables y para que completemos el ritual de irse a la cama, con un cuento, justo antes de que nos venza el sueño. Texto de Roberto Aliaga Ilustraciones de Alessandra Cimatoribus

miércoles, 21 de noviembre de 2012

NUESTROS CUENTOS FAVORITOS II


EL COFRE DE LA VERDAD
Un día de invierno el "cartero tres ojos", dejó en mi buzón un mensaje de Narea "la hechicera invisible". Quería que fuera a recogerla al bosque oscuro. Yo fui, pero le pedí a López que me acompañara. Cuando los dos llegamos al bosque se había hecho de noche y un escalofrío me entró por los pies. La hechicera Narea apareció rodeada de luciérnagas y me entregó un cofre que contenía el secreto de la verdad. Yo lo abrí y ya no se dijeron más mentiras en el mundo.
Me llamo Paloma, tengo 10 años y estoy en 5º, vivo en Sevilla.
Me gusta escribir, dibujar y montar en bici. De mayor quiero ser periodista o pintora.


UN DÍA SALIÓ DANIELA...
Un día salió Daniela a comer con todos sus primos: Sary, Alex, Fer y Andrea y se encontraron a un amigo que se llamaba Paco, jugaron a las escondidillas y unos se escondieron en un baúl, otros en un barril y Paco se escondió en el closet y se quedo dormido y nadie lo encontró. Cuando despertó ya no había nadie.
FIN

EL REGALO DE MAMÁ
Hoy es el cumpleaños de mamá y no tengo dinero para comprarle un regalo.....Ya sé, haré una venta de limonadas.   Cuando estaba instalado en mi venta, de pronto pasó un señor muy rico y me compró 5 limonadas y como eran muy baratas, me compró 5 más; luego también se dio cuenta un niño rico y me compró 10 limonadas más, y así sucesivamente hasta que mi venta se hizo tan famosa que todo mundo me compro limonadas. Hoy sí tengo dinero para comprarle un regalo a mamá. Ahora el problema es: Qué le regalaré?...,  ¿me ayudas a resolverlo?.

HOLA, soy Francisco Arturo Chávez Alas, estudio 2º de primaria en El Colegio Externado de San José, de San Salvador. Cuando sea grande, quiero ser escritor y veterinario.
Los saludo desde El Salvador en Centro América.

AVENTURA DE CHINITA
Un día a  la señora Chinita que era chiquitita, llamada por sus amigos Chilchi, se le ocurrió salir en su coche, que es un cacharro super cacharriento, con su hijo,  un chiquillo llamado Chilco.
Su hijo Chilco iba manejando  el coche porque quería ser el chofer. Como era muy chambón y chicharra para hablar y además muy chinchoso, se fue  chingando y se metió en todos los charcos del camino. El auto, imagímense como quedó, quedo más cochambroso de los que era y por chiripa no fue a quedar enterrado en un chirimoyo cuando tuvo un choque. Quedó con tantos chirridos que le chorreaba el agua y el aceite. Después de esto todos quedamos mas chingados y nos fuimos a una fonda a comer chuletas con chupilca para matar el chuncho.
Gerson Núñez, 6º curso. Colegio Carlos Miranda de Rancagua. Chile.

GATITOS CON SUERTE
Había una vez, en la calle Camino de la Desviación del Morlaco, en el número 28, una casa gatuna, es decir, la casa de los gatos. Uno se llamaba Blanconegro, otro Nieves y otro Tizón.
Tizón, el hijo, se peleaba con Nieves, la madre gatuna. hasta que un día: ¡¡¡Una persona nueva!!! Sí., y se llama Carmen.
Es la muchacha que los cuida, les da leche y de todo. Ya no se peleaban. Vivía en medio de la playa.

"Digan lo que digan
los gatos son los que abrigan".
Beatriz Sel Beffa. 4ºD. PRIMARIA. 9 años. colegio Cerrado de Calderón. Málaga. España. 14 de septiembre de 2000.

FRASES TRAVIESAS QUE PREGUNTAN
Las palabras propuestas fueron:
PATRIOTA  *  ESCARABAJO *  NATURALEZA
Las divertidas respuestas:
¿Sabes que el escarabajo Pepe es el patriota de la naturaleza?
Mabel Sánchez. 4º colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
¿El patriota se come el escarabajo?, ¡qué raro!, ¿y encima de la naturaleza?
Leticia Serrano 4º colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
¿Era verdad que el escarabajo estaba disfrutando de la naturaleza?
Rocío Toré 4º colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
¿Que el patriota se comió el escarabajo en medio de la naturaleza?
Mónica Serrats 4º colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
¿Cómo puede ser que un escarabajo de la naturaleza hubiese matado a un patriota tan solo diciéndole hola?
David Sutton 4º colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
¿La patria naturaleza comienza por las cosas pequeñas, como la belleza de un escarabajo?
Alfonso Pi?eiro
¿Es posible que la naturaleza pueda tener un escarabajo y un patriota?
Rodrigo, 6º E.P. Colegio Santísimo Cristo

¿Crees que los patriotas y los escarabajos podrían perjudicar la naturaleza?
Rebeca, colegio Son Anglada, curso 5º Primaria. Mallorca, España
rebecabarrales@hotmail.com
El escarabajo patriota es el insecto que ama más la naturaleza.
Erick, 5º Primaria, colegio  Son Anglada. Mallorca, España.
El escarabajo vio a un patriota y se escondió entre la naturaleza.
Cristina, 6º curso, colegio Nazaret. Oviedo.

¿Sabes qué le dice el patriota al escarabajo sobre la naturaleza?
No lo sé, te lo estaba preguntando a ti.

Paloma Meléndez, 5º C. C.P. Valdemera. Velilla de San Antonio, Madrid, España


¿Sabías que... el escarabajo es el patriota de la naturaleza?
Aun siendo el más pequeño y perseguido de todos los insectos, él representa a la comunidad de "la naturaleza es nuestra patria", si el escarabajo Kiko, siendo el mas débil del universo puede representar y defender su comunidad con gran astucia ¿por que los humanos siendo tan capaces de hacer daño, no somos capaces de ser defensores de nuestra patria?, la naturaleza está bien dirigida, al menos hasta que alguien aplaste a kiko...

Maryfher Noreña, 2º, Técnica numero 87.México.

¿Es el escarabajo patriota por naturaleza?
Esa fue la pregunta que hizo el niño. El maestro se quedó un rato pensativo y luego respondió: "Habría que hablar con un escarabajo para saberlo"
El maestro le había dicho antes al niño que el podría responder a cualquier pregunta que el niño formulara, y creía haberse salvado de una pregunta sin respuesta, porque claro, ¿quién sabe si los escarabajos son patriotas por naturaleza o no?
El niño sacó al maestro de sus cavilaciones con otra pregunta. "¿Y quién puede hablar con un escarabajo?". A lo cual el maestro repuso: "Pues otro escarabajo, naturalmente." "¿Me podrías transformar en escarabajo, por favor?" dijo el niño. El maestro exclamo sorprendido: "¿Yo...?" "Sí. Tú mismo dijiste que lo podías hacer todo" dijo el niño con tono acusador. El maestro iba a replicar que él nunca había dicho eso, cuando se dio cuenta de que en efecto, quizás lo hubiera dicho. "No puedo transformarte en escarabajo porque si dijese las palabras mágicas, todos nos convertiríamos en escarabajos, y ya no quedaría ningún humano en el mundo para desconvertirnos". El maestro se quedó muy satisfecho con las palabras que acababa de pronunciar. Le pareció que le sacaban de un problema, y que además cortaban de raíz cualquier posible pregunta embarazosa por parte del niño. Pero el niño, inasequible al desaliento, continuó preguntando, con una pregunta que dejo boquiabierto al maestro, que
no supo contestar. "Y, oye, ¿cómo hiciste tú para aprender las palabras mágicas?"


Mara, 7º, colegio Alemán. Tenerife

EL FANTASMA ROJO
En el país del fuego, hace miles de años, hubo un fantasma que se llama ¡EL FANTASMA ROJO! Todos los que lo oían se ponían nerviosos, era malvado, sólo quería robar cerebros de las personas. Sus súbditos morían si no le hacían caso pero un día llego ¡EL ESPIA X-33! y lo encontró. Saco su metralleta y su detector de fantasmas y lo mató, entonces el rey lo quiso nombrar el guardián de todo el pueblo y no lo acepto porque tenía que ayudar a otros pueblos. El rey lo entendió. Desde entonces lo respetaron y conocían como el guardia del mundo entero.

Alberto Escala
Colegio Santa Rosa de Lima
Curso: Comunicación Integral
Lima. PERÚ

EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Érase una vez en el  País de las Maravillas, vivía una niña que estaba con su madre. Un día la madre le dijo a la niña que se quedara quieta en la casa y que tuviera cuidado con el lobo, que ella iba a salir de compras.
El lobo vino y se la comió.
cuando llegó la madre vio que su hija no estaba, fue a la casa del lobo y lo mató.
FIN
EL MÓVIL SALTÓN
Había una vez un móvil saltón que tenía una hija. El papá se fue al trabajo y le dijo que tuviera cuidado. Entonces vino el lobo y se la tragó. El padre fue donde estaba el lobo y lo mató. Vivieron felices.
FIN
Susana Ahamed-Lebbe
E. Primaria
Colegio Nuestra Señora del Lucero
Madrid
 
EL HOMBRE QUE DERRUMBÓ UNA NACIÓN
En el país de México, hace miles de años, hubo un hombre malvado que sólo quería apoderarse de la capital. Los súbditos se morían de palizas que aquél desalmado daba si lo desobedecían, pero un día llegó enfurecido con la vida por haberle jugado chueco y lo convirtió todo en cenizas. Quedando solo a las afueras del país ya desaparecido del mapa, viendo lo que había hecho, sintió remordimiento. Desde aquel día hizo una conversión en su vida. Todos los extranjeros se dieron cuenta que no podían reparar el daño hecho y que no podrían pasar vía terrestre por él, ya convertido en mar y la reina mandó inventar algún artefacto que pudiera poner bajo control la situación, de ahí surgió la canoa, que después diera paso, con el desarrollo al barco.

Fernanda.
México
Rincón del Poeta
Yo conocí en la playa a una hormiga
que enseguida se hizo mi amiga
y mi padre casi me castiga.
Celia Pedrero,6 años. Colegio María Maroto. Murcia (España). 
Salió de casa una mosca
con una hamaca,
la mosca se llamaba Moca
y su madre Cuca.
Itziar. 5º curso. Colegio Príncipe de Asturias. Ramales de la Victoria. CANTABRIA. 
LA LECHUZA INGRATA
Tengo una ingrata lechuza
que siempre tiene una excusa
le regalé una blusa
pero no la usa
porque dice
que tiene pelusa.
María Montiel (futura profesora de infantil)
Este es el cuento...
Este es el cuento de...
un libro, el más glotón,
que se comió unas brevas
en el avión.
Mabel Sánchez 4ºD primaria, colegio Cerrado de Calderón. Málaga. España.
Este es el cuento
de una mariposa
que se chocó contra una rosa.
Arturo Ruiz 2º de primaria. Colegio Ramón del Valle Inclán. Málaga. España.
Este es el cuento de...
el león que era travieso
jugaba con un hueso
y su amigo el gato
se hizo amigo del pato,
se comieron un melón
en forma de pantalón,
tocaron el piano
con la mano.
Y colorín colorado,
este cuento se ha acabado.

Paloma Belén Ruiz Ramos.
Hola, tengo 7 años. Me gusta escribir cuentos y poesías. Tengo una perra que se llama Lula.

Este es el cuento de...
un historiador
que contaba cuentos
de mucho terror.
Miguel Ángel Ayllón 5º Primaria. Colegio Valle Inclán. Málaga.

NUESTROS CUENTOS FAVORITOS

     Un día fui al parque con mi abuela. Ella me compró tres globos. Un globo tenía un avión con un piloto, otro tenía una niña y el otro un paisaje muy bello con muchos animales. Mi abuela fue a comprar algodón de azúcar y de repente el viento sopla y los globos se elevan y me llevan hacia el cielo. Cuando llegué vi a un piloto con su avión. Él me dijo que me montara en su avión y luego ¡puff!llegamos a un hermoso paisaje. Comencé a jugar con los animales y las plantas. El piloto me miraba. Pasaron horas y horas. El piloto dijo: ¡Corre, corre, chiquilla! Y yo le dije: ¿Qué pasa? El piloto me dijo que se acercaba una tormenta. "Vámonos". "¿Pero y los animales?" -le digo yo. El me dijo que a ellos no les pasaría nada…
Luego llegamos y fui a coger mis globos. Cuando me volteo ya el piloto no estaba Me deslicé hacia abajo. Encontré a las personas paralizadas. ¡Tin! Todos se desparalizaron. Mi abuela estaba comprándome algodón de azúcar. Yo le dije: "Abu, ¿qué pasó?". Ella me dijo que nada. Luego una voz extraña me llamó y me viré.  Era mi amigo, el piloto, despidiéndose de mí. De pronto, mi abuelita dijo: "¡Vámonos, hija, vamos a casa!". Cuando íbamos rumbo a casa, comprendí que el piloto que estaba en mi globo era mi amigo, el paisaje del globo fue el que yo vi y la niña del globo era yo. ¡Fue una aventura maravillosa!
Nicole Cerón.
Soy estudiante del Colegio Católico Notre Dame en Puerto Rico. Esto es un creación mía. Espero lo disfruten.
LA SEÑORA NARANJA
Érase que se era una señora naranja con su vestido naranja, con su sombrero naranja, con sus zapatos naranjas, con su collar naranja, ¡hasta su perro era naranja!
Después vio a la señora de verde pistacho y a la señora de colorines.
-¡Hola, hola! ¡Qué día tan hermoso para visitar a nandoFer!

MARTA DÍEZ 2º A Educación Primaria.  Colegio Público Valle Inclán. Málaga. España.
* Este cuento fue publicado en el diario SUR de Málaga.
horizontal rule
CUENTOS ESCONDIDOS
"EL PAÍS DEL TESORO CON EL CAPITÁN MALVADO"
En el país del tesoro hace miles de años, hubo un capitán malvado que sólo quería dinero, comida y una casa enorme. Los súbditos se morías de hambre, pero un día llegó una gran ola y lo convirtió en un gato. Desde aquel día todos vivieron bien y la reina fue buena.
 Mónica Vivar, 4ºC, colegio Cerrado de Calderón. Málaga. España.
"EL OGRO DENTAL"
En el país del paraíso hace miles de años, hubo un ogro malvado que sólo quería oro, platino y popularidad. Los súbditos se morían de miedo, pero un día llego un huracán gigante y lo convirtió en polvo de dientes. Desde aquel día todos fueron felices y la reina comió perdices.
Antonio Siles, 9 años. Colegio Cerrado de Calderón. Málaga.
"EL PAÍS DEL HAMBRE"
 En el país español hace miles de años hubo un rey malvado que sólo quería comer. Los súbditos morían de hambre, pero un día llegó Merlín y lo convirtió en saltamontes. Desde aquel día todos comieron y la reina también.
Abel Vale López, 10 años. CEIP Pedrosa Latas. Celeiro. Galicia
"CUENTOS, CUENTOS, CUENTOS"
LA CASA MISTERIOSA
Hace mucho tiempo un niño se atrevió a entrar y nunca se volvió a ver. Se atrevió a salir y salió.
Julio Concha y Matías Antonio. 2º básico. Colegio Víctor Moreno. Chile.
horizontal rule
CUENTOS DEL REINO DE LAS SÍLABAS
"EL TREN TRAVIESO"

En la ciudad trueno había un tren llamado travieso al que se le rompió una rueda porque tropezó con un tronco que obstruyó el paso. Se puso triste y Patricio lo quiso animar tocando la trompeta.
El patrón, Patricio, arregló su tren para trabajar llevando pasajeros al trabajo, transportando trigo y trébol.
El tren tomó otra vía que lo llevó a la ciudad tranquila y se encontró con un tranvía. Los dos empezaron a hacer travesuras en la calle y descontrolaron el tránsito.
Destrozaron las calles y las casas, luego, la gente llamó al patrullero.
El policía les puso una multa de treinta mil pesos para reconstruir los daños causados en la ciudad.
El tren y el tranvía se fueron muy tristes por los desastres realizados.
Y colorín colorado este cuento ha finalizado.

Autores: Grupo de alumnos de 2º curso "Azul", organizados por la profesora Mirta.
Escuela Nº. 32. Ciudad de Río Grande. Tierra de Fuego. República Argentina.

"EL CHINO Y LA CHAQUETA"
En un charco de cualquier punto de Chechenia, había un chino y una chaqueta esperando la llegada de un chaparrón que venía de Cachemira. Ambos eran espías al servicios de un chivato chismoso. Para pasar inadvertidos leían un libro de chistes de Chicago. La chaqueta llevaba una mancha de chorizo en la manga derecha. El chofer se retrasaba y empezaron a chapotear y chillar. Fueron a una cacharrería a resguardarse porque estaban chorreando y chingados. De pronto un chulo con aspecto de chivo les entregó una chirimoya y un cheque. Éste contenía un mensaje en clave:" CHUNGO MUY CHUNGO. El CACHARRO CHORREA". Aquello había que interpretarlo y mientras se comían la chirimoya lo descifraron ayudados por un cacharro de claves de espionaje. En realidad el mensaje decía: "Chalados, lo que teníais que vigilar no era el charco, sino el chico de la churrería que es espía".
(*) Esta versión del cuento has sido creada colectivamente por un grupo de alumnos de 1º ESO  (12 a 13 años) del colegio Sagrado Corazón de Málaga. España.

"ASALTO A UN TREN DE HAMBURGUESAS"
En un tronco de cualquier punto de Tristonia, con cuatro hojas no más y muy trucho (falso), unos ladrones de trenes de hamburguesas, tomaron un tronquito y lo pusieron en las vías.
Le llevaron las hamburguesas a la bruja TRA-TRE-TRI-TRO-TRU, quien se las devoró de un solo bocado.
Mc'Donals le hizo un juicio por habérselas comido a todas.
La bruja debió pagar una fortuna por haber sido glotona además de ladrona.


Autores: Vazken y Aram. Nos gusta la música, el fútbol, el choripán y las
hamburguesas. Somos de Córdoba, República Argentina.

"LOS TROTAMUNDOS"
En el país del Trabajo todos eran trabajadores y había dos trotamundos que se llamaban Treta y Retrato. Eran trituradores de troles y contrataron a los triturantes aviones Tritu4 (retrituran hasta destruir).
Treta y Retrato debían destruir con triciles a los troles marca Trémula de todo el mundo.
Tenían tricornios que atraían a los troles, mientras los aviones los tumbaban y los trituraban.
Trito, en un acto de extrema valentía, les trajo una clave que decía: "TRON - TRIS - TRAS - TRES TRINEOS". Trataron de descifrarla con la ayuda de un viejo tratado sobre trabalenguas. Finalmente descubrieron que decía: "No son los troles a los que hay que triturar, sino el trinar de los pajarillos". Ellos quedaron trotando porque su trefe los despidió.


Autores: Agustín, Santiago, Franco y Jeremías. Tenemos 10 años y vamos a la escuela Gral. Manuel Belgrano de la Colectividad Armenia de Córdoba, República Argentina. Nos gusta el fútbol y la compu. 

"EL MISTERIO DE LA CAJA MÁGICA"
En un trébol de cualquier punto de Trituña se encontraron los detectives trenquetraneros a cargo de la Hechicera Tratrusa. Esperaban el tren que venía de la estación de Truña, un país muy lejano. Como había mucho tráfico, el tren se retrasó.
Ellos esperaban a su transporte tranquilamente jugando al truco. Uno de los trenquetraneros se manchó con jugo de trilón. Como el tren se retrasó mucho, decidieron ir al bar Trecos, donde hallaron a tres troncos, uno de ellos les entregó una llave y les dijo que había una Traviata en una caja encantada debajo del puente Troco.
Ellos fueron hacia el lugar indicado, abrieron la caja, sacaron la Traviata y salieron felices trotando, porque habían descubierto una nueva fuente de poder.


Autores: Gary, Kary, Lucy y Julieta. Tenemos 10 años y vamos al colegio Gral.
Manuel Belgrano de la Colectividad Armenia, Córdoba, República Argentina. 

Gracias por darnos esta oportunidad de crear jugando.

"EL CHINO CHACHO"
En la lejana China vivía el chino Chacho, él jugaba con ocho amigos a las canicas, era muy bueno para las chitas en ese entonces, hasta que un día vino una bruja llamada Chechu que llevó hasta allá un juego llamado trompo. El chino Chacho quería jugar pero siempre chingaba (no hacía bailar el trompo). La bruja Chechu era muy buena con el chino Chacho, así que hizo un hechizo para que el chino Chacho no chingara más, ese hechizo le sirvió al chino Chacho para ser feliz y jugar al trompo sin chingar.
Chao. 
 Aarón González. Estoy en 6º año del Colegio CECAL de CHILE 

"LA CHANCHA CHICHA Y LOS OCHO CHANCHITOS"
Esta es la historia de una chancha llamada Chicha y esta chancha se fue al cerro a la casa de un brujo llamado Chicho, éste le contaba chistes y la chancha Chicha se reía mucho y el brujo le dijo: si quieres te puedo conceder un deseo, y la chancha Chicha pidió ocho chanchitos, se llamaban Chelo, Chilo, Chule, Cholo, Chema, Chala, Choma y Chama. Los chanchitos eran de un chino y el
chino los vino a buscar; al brujo lo llevó preso a la cárcel y la chancha Chicha se quedó sola. Los ocho chanchitos se fueron para China con el chino y la chancha Chicha se quedó sola con su dueño llamado Chamo y todos quedaron solos.
Chao Chicha. 
Humberto González.  Colegio CECAL, Curso 6º Básico en la ciudad de
Valparaíso. País: Chile
"EL CHINO Y LA CHALECA"

El chino pelucón tenía una chaleca de cachemira que chacoteaba, cuando la guardaban chacoteaba y vino una Cheñora que quería ayudarlo con la chaleca para que no chacoteara más, pero se les rompió y la Cheñora le dio otra que no chacoteaba. El chino pelucón quedó contento con su nueva chaleca. La otra se fue al basurero chacoteando y él después la fue a buscar y se la llevó a la casa para repararla.
 Johan Osega Curso: 5º Básico Colegio Cecal de Valparaíso. Chile. 
"EL PILOTO CHACOTERO"
Un día un piloto llamado Chicoto chacoteaba en el avión Chipún-26 y en el momento que chacoteaba ocurrió algo, apareció el jefe Chimón que se molestó mucho al verlo chacoteando en el avión y lo despidió. Entonces él se puso a chillar muy fuerte y el jefe le dio otra oportunidad, pero se puso a chacotear de nuevo y ahí lo despidió para siempre y nunca más pudo volar en un Chipún-26 en su vida.
Un día la princesa necesitaba un piloto que la llevara a Chipulón y cuando partieron el piloto Chicoto se puso a chacotear de nuevo y a la princesa le gustó mucho que chacoteara y se pusieron a chacotear, Chicoto y la princesa Chipila. La princesa Chipila tenía que llegar a Chipulón pero no llegó porque se enamoró del piloto Chicoto y fueron felices para toda la vida.
David Aranda. País Chile. Me gusta el fútbol y soy de la barra de los panzers.
"EL POBRE Y MUY AMARGADO CHATO"

Era una vez un niño al cual le decían Chato, pero su nombre era Chavo, estaba muy triste y a él le molestaba mucho que le dijeran Chato. Se metió dentro de un charco para cazar un chancho, pero no pudo y allí fue donde un día se apareció un chino, le dijo que a él le decían Chico y  tampoco le gustaba que le dijeran Chico y de pura rabia se metió en un charco para comerse un chancho. El Chato lo invitó a comer un rico chocolito y empezó a conversar, llegó la noche y se fue cada uno a su casa. Pero el Chato cuando iba caminando por la calle se topó con una linda mujer su nombre era Maria Graciela, conocida como Chela y el Chato quedó asombrado, pasaron varios años de pololeo se casaron y fueron muy felices.
Nataly Vivanco. Estudio en el Colegio Cecal de Valparaíso, Chile.

La chismosa del reino



¿A que no saben quién está comiendo perdices? ¡El príncipe! Sí, es que se casó hace poquito, con una chica divina, sólo que un poco palidita. También, la pobre acaba de salir de una intoxicación terrible... Tenía un pedazo de manzana envenenada metido en la garganta. Se salvó de milagro, porque el príncipe la zarandeó tanto que entonces lo pudo escupir. Lo que pasa es que el príncipe la encontró en el medio del bosque, dentro de una urna de cristal, ¡qué raro! ¿no? Ahí la pusieron los enanos con los que ella vivía, porque creían que estaba muerta. Sí, ella vivía con siete enanos, pero no vayan a pensar mal, no le quedaba otro remedio, ¡si la bruja esa a toda costa la quería eliminar...! Antes de la manzana ya le mandó una peineta envenenada y no sé qué otras cosas más. Es que son tantas las versiones, que una no sabe quién dice la verdad. Ella se metió nomás ahí, en la casa de los enanos, porque estaba perdida en el bosque, donde la dejó el cazador. Lo que pasó es que el tipo se apiadó de ella, si no estaría muerta y sin corazón. Él le tuvo que llevar a la bruja el corazón de un jabalí, o de un venado, o de no sé qué, porque la muy desgraciada le dijo que mate a la chica y que le lleve su corazón como prueba. ¡Qué asquerosa! Es que no soporta que sea tan linda y de tan chiflada que está ya cree que su espejo le habla y le dice que la chica es la más hermosa del mundo. Claro, antes le decía que la más linda era ella. Dicen que todos los días le preguntaba: espejito, espejito, ¿quién es la más linda del reino? Vos, señora, quién más va a ser... ¡Qué loca! Yo no sé por qué hay madrastras tan malvadas. ¡Ah! ¿No sabían? Esa bruja era la madrastra de la chica. Su papá se murió muy poco después de casarse, así que no supo la joyita que era... Y bueno, el pobre se sentía muy solo, hay que comprenderlo, si se quedó viudo apenas su mujer tuvo la beba. Y la pobre señora, lo buena que era... se la pasaba todo el día bordando y bordando. Dicen que un día que estaba nevando se pinchó un dedo y se le manchó el pañuelito que estaba haciendo, entonces de repente tuvo ganas de tener una hija blanca como la nieve y con los labios rojos como la sangre; fue una idea que se le metió entre ceja y ceja. Será el destino o será pura casualidad, no sé, pero así mismo le salió la bebita. Entonces le puso de nombre Blancanieves. ¿Ya lo sabían? Claro, si los chismes vuelan en este reino.

Andrea Piccardo

sábado, 13 de septiembre de 2008

Gara y Jonay

Gara y Jonay Rev. Nº 217

Domingo, 13 de Julio de 2008
Autor: Aurora López Gutiérrez

Se cuenta en La Gomera que existían, en siete puntos distintos de la isla, otras tantas fuentes, de las cuales brotaba un agua encantada cuyo origen en las profundidades de la isla era por todos desconocido. Las jóvenes del lugar acudían cada año a estas fuentes a beber de sus aguas, que decían tener propiedades milagrosas, y a cumplir con un misterioso ritual. Cada una de ellas debía reunir agua de las siete fuentes y con ella formar un pequeño estanque, hecho a base de beas, musgo y yedra, para luego mirarse reflejada en él y prever, por el tono que tomaba el agua, su futuro amoroso. Si el agua permanecía clara, el amor estaba en camino, pero si se tornaba turbia, era signo de malos presagios.


Ese año, entre las doncellas ansiosas de adivinar su porvenir amoroso, se encontraba Gara, del poblado de Guadá y princesa de Agulo, tierra del agua. Según la tradición, cuando la joven tuvo todo preparado, asomó, tímidamente, para comprobar que el estanque le devolvía la imagen de su incuestionable belleza. Gara sonrió, pero, entonces, como si algo quisiera surgir de las aguas, éstas comenzaron a agitarse cual olas de espuma, para luego dejar paso a un incendio de colores, fuego abrasador que deslumbró a Gara, que, temerosa, apartó de inmediato su mirada de aquellas sorprendentes aguas.

Ante este suceso, Gerián, el sabio del lugar y encargado de atender el ritual de las damas, apartando a las otras jóvenes, se dirigió a Gara y, como en trance, comenzó a recitarle su visión del presagio. “La muerte está acechando en las sombras... Como lo de arriba es lo de abajo y lo que fue será, lo que ha de suceder sucederá... Dentro de cuatro lunas, el amor te llegará por mar, pero está hecho de fuego, Gara, y si no te alejas de él, te consumirá”, predijo seriamente el vate. Gara, sin decir palabra y bajando los ojos, volvió a su poblado, esperando que todo fuera un mal sueño. Pero el mal augurio corrió de boca en boca hasta llegar a su aldea.

Al mes siguiente, en las vísperas de las fiestas del Beñesmén, en las que se celebraba la recolección de la cosecha, llegaron a La Gomera por barco los Menceyes acompañados de sus hijos y demás familiares. El Mencey de Adeje venía escoltado por su hijo Jonay, de destacado valor y notable fuerza, para competir en las diversas pruebas que se desarrollarían en las fiestas: el salto del pastor, el esquivo de piedras, la escalada y la lucha del palo, el levantamiento de rocas... todas ellas, para demostrar la gallardía de los jóvenes ante las doncellas casaderas.

Era una noche calurosa de septiembre, y, entre las hogueras de la celebración, Gara no podía apartar sus ojos del joven príncipe, de fuerte torso, grandes ojos gualdos e incendiada rubia cabellera. A su vez, la mirada de Jonay se cruzó con la de Gara, y, sin remedio, quedó atrapado en la inmensidad de sus ojos negros, la finura de su rostro, la sinuosidad de su porte y su larga y densa melena de azul y ébano. Parecían la noche y el día, dos seres inacabados que se completaban el uno al otro, condenados a amarse, pero en la distancia que el alba pone entre ellos.

Gara, recordando la advertencia del sabio, emitió un doloroso gemido y abandonó el lugar ante la mirada de los presentes, que no pudieron sino percatarse de la energía apasionada que emanaba de los dos jóvenes.

Jonay, no entendiendo por qué aquella hermosa criatura corría de su lado sin haber tenido apenas tiempo de saber su nombre, la siguió hasta darle alcance, y, apenas hubo rozado sus manos, ambos supieron que estaban destinados a quererse para siempre. Entre la murmurante muchedumbre, volvieron al campo de hogueras, donde se encontraban sus familias, juntos, de la mano, para anunciarles su compromiso.

En aquel momento, desde la isla vecina, el majestuoso volcán que reinaba en su centro, el Teide, antes conocido como Echeyde, o infierno, comenzó a tronar, y escupiendo lava y fuego de sus entrañas, parecía avisar del cumplimiento del aterrador presagio. Jonay, el impetuoso príncipe de la Tierra del Fuego, unido a la inocente y bella Gara, princesa del Lugar del Agua, auguraba una tragedia de amor imposible, que traería grandes males a la isla.

Los padres de ambos, atemorizados por la terribles desgracias que podrían acaecer a sus gentes, los separaron y los llevaron a un lugar apartado para darles orden de no volver a verse nunca más.

Cuando las fiestas concluyeron y el volcán hubo apaciguado su furia, todos los menceyes volvieron a sus lugares de origen, entre ellos, un apesadumbrado Jonay, que regresaba a Tenerife con una herida en su alma y un hueco en el pecho, pues su corazón se había quedado en La Gomera, junto a Gara.

Pasó el tiempo y la pasión que había nacido entre los amantes no decreció ni un ápice. No hubo ni un solo día en que el uno no pensara en el otro. No soportando más su desasosiego, Jonay decidió una noche lanzarse al mar, desde la punta del Teno, cerca de la costa de Adeje, para ir en busca de su amada. Cuentan que Jonay nadó toda la noche, ayudado por dos vejigas de animal, que, atadas a su cintura, le ayudaban a flotar cuando creía desfallecer.

Cuando el amanecer apuntaba, acabó la larga travesía, llegando a la playa de Cheremía, en la isla de su amada. En un esfuerzo sobrehumano, subió a través de la escarpada orografía del lugar hasta las húmedas tierras bañadas por el río Guará, de donde su novia procedía. En la orilla del río, cerca ya del poblado, se detuvo a refrescarse y reunir la fortaleza necesaria antes de reunirse con ella y proponerle una huida juntos.

Con el sol tibio del alba filtrándose entre la arboleda y el solo sonido del murmullo del río, Jonay descubrió a su amada, que, no pudiendo conciliar el sueño, se había dirigido a este hermoso paraje a pensar en él. Al encontrarse, los enamorados se abrazaron impetuosamente, fundiéndose en un solo ser, y, sin decir palabra, entendiéndose sólo al mirarse, emprendieron la huida para buscar cobijo en los bosques.

Al despertar las gentes del poblado, el padre de Gara notó su ausencia y, tras buscarla por todas partes, un horrible presentimiento le aterró. Al enterarse de la huida de su hija, furioso, mandó a todos los hombres de la aldea en su búsqueda.

Los amantes, mientras tanto, agotados por la carrera y con el corazón desbocado, llegaron a uno de los picos más altos de la isla, la cima del Cedro. Detuvieron sus fatigados pasos junto a la roca sagrada, al borde del precipicio, donde, exhaustos, se entregaron a amarse.

No sintieron entonces nada a su alrededor más que el calor de sus cuerpos y el sonido de las palabras de amor susurradas al oído, estremecimiento de caricias y humedad de besos... Por esta razón, no notaron los pasos que se acercaban, el ruido del gentío y los ojos que se clavaron en ellos.

Rodeados y sin salida posible, los jóvenes, con el alma desolada, supieron que jamás podrían compartir su amor en este mundo, y, como si de una sola mente se tratara, sus manos cogieron una vara de cedro afilada por ambas partes, que colocaron entre ellos apuntando letalmente a sus corazones. El padre de Gara dejó salir un angustioso grito, pero era demasiado tarde. Se miraron a los ojos, se fundieron con fuerza en un último abrazo y, con sus corazones unidos para siempre, se lanzaron al vacío. Gara, la princesa del Agua, y Jonay, el príncipe del Fuego. Su amor perviviendo por siempre, más allá de sus cuerpos, en estos parajes. Agua y fuego fundidos en un todo, en un humo eterno.

Todavía hay quien dice en la isla que, al despuntar el alba, pueden escucharse sus juguetonas risas entre los verdes bosques de laurisilva y el sonido unísono de sus corazones, latiendo conjuntamente en la cima de la isla, llevando ambos, en su recuerdo, sus nombres.

Comentarios:

Añadir un nuevo Comentario Martes, 15 de Julio de 2008 a las 11:36 am - Jonay GC

Creo que es la leyenda canaria más bella y a la vez más triste de todo el legendario de las Islas. Su moraleja es clara....¡¡¡ Canarias siempre unida entre Tierra (hecha del Fuego) y Agua !!!

Me siento orgulloso de llevar este nombre aborigen y mostrar el significado del mismo.

Sábado, 19 de Julio de 2008 a las 13:52 pm - mencey de Tanco

como todo en nuestra Tierra, fuego y agua, volcan y lava,mar y agua.Al igual que cada una de las islas tiene su leyenda, sin duda la Isla de la Gomera es una Tierna y hermosa historia de amor, como paz y amor resuma en cada rincon, las piedras, los caminos,el paisaje, la vegetacion,las fuentes y manantiales y las gentes de la gomera.No hace falta que vayan porque asi solo las que la amamos podermos disfrutar.Como lo hisieron nuestros padres.Me siento orgulloso que mis origenes sean gomeros.

viernes, 7 de marzo de 2008

«MAAAAAA» ©

«MAAAAAA» ©

- Má, Don Paulino Rivero, Presidente del Gobierno de Canarias dijo en La Palma lo siguiente: que apuesto por el “talento” frente al “cemento”.
- Un desliz lo tiene cualquiera, mi niño. ¿Por qué no lo dijo en Arucas?
- ¡Ñosssssss má!, no dejas caer una.

- Má, el otro día vi a un guardia municipal multando.
- ¿y tú estás seguro que era de Arucas?
- Sí, má. El bloc lo tenía lleno.

- Má, ¿a quién pertenece el dinero público?
- A ellos, mi niño. ¡Preguntas cada tontería!

- Má, 25 x 2 + 4 ¿Cuánto es?
- ¿P´a que te compré la calculadora?

- Má, ¿qué es la libertad de expresión?
- ¿Quién lo pregunta?. Eso son cosas del más allá. Espero que no te hayas metido en una secta de esas…….. ¡Lo que me faltaba!

- Má, radio Arucas va a retransmitir un debate entre los políticos sobre el centro comercial. ¿Qué te parece?
- Yo, como dice Juan Luis Calero: ¡Ay mi cabeza!

- Má, el profe de Lengua dice que comente la siguiente expresión: “se hizo de oro en un santiamén”.
- ¿Y quién es ese profesor?.
- Un tal Juan Ferrera
- “Déjala en blanco”

- Má, ayer vi a un concejal. Camina, viste, saluda y ríe como nosotros.
- Ya ves tú mi hijo y “ellos” se creen tan “distintos”.

- Má, ¿semos los aruquenses sordos?
- ¿Cómo?
- Vale má, arrállate un millo.

- Má, ¿dicen que en Arucas van a hacer un triángulo uniendo Santidad, Cardones y el Casco?.
- ¿Equilátero, Isósceles o Escaleno?
- ¿Qué galeno má?

- Má, ¿dicen que la coherencia en nuestra Corporación Municipal tiene nombre de mujer?
- Como siempre, mi hijo. No podría ser de otra manera.
- Afloja un punto má.
- Por aflojar estás tú en este mundo.

- Má, ¿dicen que en la Hoya San Juan, van a construir 408 viviendas?
- ¡Ná más!. Hasta pocas me parecen.

- Má, ¿dice el moderno concejal de urbanismo que el aumento de población producido en estos últimos años en nuestro municipio es por el atractivo que ofrecemos?
- ¡Vemería!
- Y mi amigo Paco dice que: ¡ni que esto fuera Mónaco!
- Te he dicho que no estés con malas compañías.

- Má, ¿Quién es Monseñor Rouco Varela?
- Un amigo del desgraciado de tu padre.
- Má, deja al viejito tranquilo.

- Oíste, ¿de dónde estás sacando tú tantas preguntas?
- Del periódico, má.
- ¿Qué estás leyendo el periódico? ¡Mírate las manos!. A ver si se te ocurre restregarte los ojos, que te puede salir un “anzuelo”. Esta juventud...


arucas digital

martes, 18 de diciembre de 2007

HISTORIAS DEL MENCEY

Me las contaba el viejo Justo Mencey en la isla de Fuerteventura, en Puerto de Cabras, frente al mar, todas las tardes en que acudíamos sus nietas María Jesús y América y yo desde Puerto del Rosario. Y a través de aquellas historias del Mencey pude enterarme de los orígenes reales e irreales de los guanches. Casi todos dan por seguro que los guanches fueron beréberes que emigraron desde Norte África a Canarias varios siglos antes de nuestra era, cuando se desertizó el Sahara. Pero Justo Mencey seguía aferrado a la idea de que sus orígenes fueron vikingos o celtas, por aquello de la alta estatura, los cabellos largos y rubios y los ojos azules...

Resulta que los guanches olvidaron las artes de navegación y se dedicaron a la agricultura y ganadería y por eso las islas quedaron inconexas las unas de las otras aunque se veían las costas entre sí. Los guanches se agruparon en numerosas tribus (menceyatos y guanartenatos) que luchaban unos contra otros pero se agrupaban cuando el peligro venía del exterior. Estas divisiones tribales hicieron que existieran muchos dioses distintos de isla a isla.

Sintetizando, Justo mencey me contó de la existencia de Magec (el Dios Sol) y de la unión entre Euraraba (varón) y Moneiba (hembra) de los cuales nació Aranfaybu (el primer gran héroe canario). ¿Y qué de los demás dioses?. Una verdadera pléyade de dioses benéficos (como Uraba y Arahman) y de dioses maléficos como Hergum y Guayut, éste último demonio de las calderas del Teide.

Pero las historias del Mencey seguáin tarde tras tarde... y así me narró que allí, en las Canarias, se encontraban La Atlántida, El Jardín de las Hespérides, Los Campos Elíseos, el Océano Tenebroso y La Isla de Samborondón.

La Atlántida, según Platón en su Diálogo de Timeo y Critias, fue un Continente isleño (más grande que Libia y Asia juntos) situado en el Océano Atlántico, más allá de las Columnas de Hércules del Estrecho de Gibraltar. Sus habitantes eran gigantescos, descendientes de Atlas, y resultaban ser sabios, generosos, pacíficos y tan amistosos que enseñaron a otros humanos muchos avances tecnológicos. En su capital se encontraban el Templo y el Palacio de Poseidón, gran señor de la Atlántida. Pero un día se olvidaron de sus virtudes y se volvieron egoístas, avariciosos, bravucones y belicosos; hasta que en el año 11.500 a. C. Zeus los castigó haciendo que explotaran todos los volcanes y se produjeran tal cantidad de cataclismos y terremotos que todo el continente se hundió en el mar. Sólo quedaron visibles, como vestigios del enorme territorio, sus cimas más elevadas que son las actuale sislas de Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. En las aguas canarias hay hoy, en sus profundidades, numeroso templos y palacios habitados por delfines y cubiertos de algas que los tapizan de espesa red vegetal.

El Jardín de las Hespérides, según contó Hesíodo, era el lugar donde habitaban las tres hijas de Atlas (Egle, Eritnia y Aretusa) conocidas con el nombre de Hespérides. en aquel paraíso vivían en un hermoso jardín donde se encontraban las manzanas de oro que la diosa Gea regaló a Zeus y Hera el día de su boda. El Jardín de las Hespérides estaba en Canarias.

Homero en su odisea, Pïndaro en sus versos y Virgilio en su Eneida, nos hablan de los Campos Elíseos. A estos Campos, también situados en Canarias, es a donde iban a morar las almas de los antiguos héroes y los hombres virtuosos. Administrados por Radamante (hijo de Zeus y Europa y hermano de Minos, rey de creta) nunca llovía allí ni hacía frío y sus habitantes solo se refrescaban con la brisa del Céfiro, viento de Poniente.

Muy pocos navegantes de la antiguedad llegaron a las Islas Canarias. Sí lo hicieron los cartagineses que, celosos de sus intereses económicos y políticos y para evitar la competencia de fenicios, griegos y romanos, extendieron por todo el mundo las leyendas del Océano Tenebroso. Dijeron que en él habitaban monstruos marinos que destrozaban las embarcaciones y devoraban a sus tripulantes; que se producían gigantescos remolinos que engullían a las naves y que cuando se llegaba allí, los barcos caían al abismo porque aquello era el final del mundo y entonces el mundo estaba considerado una especie de disco plano.

Las Islas Canarias son siete, pero existe la creencia de que hay una octava isla invisible, flotante, que cuando es avistada por los marineros se envuelve en bruma y desaparece. Fue descubierta por el monje irlandés San Brentan de clonfert (San Borondón para los canarios) que vivió entre los años 480 y 576. Este monje, acompañado por otros siete más, arribó a una isla-ballena (la octava isla canaria). Los siete compañeros murieron pero Brentan pudo regresar a Irlanda y contó su descubirmiento. Tan cierto se tenía la existencia real de est aisla invisible que los Reyes de España, cuando conquistaron Canarias, dijeron que pasaban a ´posesión de la Corona las siete islas descubiertas y la por descubrir.

También el viejo Justo Mencey nos narraba historias y leyendas románticas de sus islas Canarias. Recuerdo algunas...

El amor imposible de Gara y Jonay es muy conocido entre los canarios. Gara era una princesa guanche (Hija del Agua) que pertenecía a una familia muy rica y Jonay era un humilde y pobre pastor. Se enamoraron locamente pero el padre de ella se opuso a este idilio y su boda. Ellos decidieron morir juntos antes que separarse.

Guajara fue otra princesa que, al morir a mano de los castellanos, su enamorado Tinguaro (hermano del Gran Mencey Bencomo) decidió arrojarse al abismo desde unas peñas y así murió también ella.

Mayantigo ("Pedazo de Cielo") es muy conocido en La Palma por su muerte a causa de su gran amor por Aida. Y Tibiabín y Tamonate eran madre e hija; la primera de ellas una pitonisa que se encargaba de buscar la paz entre los guanches y de apaciguar las rencillas, y la hija era la consejera de los grandes menceys.

La princesa Ico fue hermana y esposa de Guanarame, de cuyo matrimonio nació el legítimo heredero Guadarfire. Cuando Ico quedó viuda y tenía que gobernar hasta que su hijo alcanzase la mayoría de edad, tuvo que pasar la prueba de estar varios días encerrada, con tres de sus criadas, en una habitación llena de humo. Aconsejada por una anciana se colocó una esponja húmeda en la boca y así sobrevivió a la prueba (aunque salió con los ojos enrojecidos) mientras las tres criadas murieron por asfixia. De esta manera Guadarfire llegó a ser Gran Mencey.

Y quedan también la Historia del Guaré (Feunte de Agua), la del último rey guanche Tenauro y la Maldición de de Larrinaga, que fue desatada por culpa del crápula Don Luis Fernández de Herrera (hijo del donjuanesco Don pedro Fernández de Saavedra que tuvo 14 hijos con su esposa Constanza Sarmiento y un sinfín de bastardos extramatrimoniales). El caso es que Don Luis heredó todos los vicios del padre y ninguna de sus virtudes (era, por ejemplo, cobarde ante la guerra) pero fue tan admirado por las jóvenes nativas que se encaprichó de la bella Fernanda y la persiguió sexualmente hasta que le paró los pies un cazador que fue luego mandado matar por Don Pedro. Al morir el cazador apareció la vieja Larrinaga, la madre del muerto, y le recriminó a Don Pedro por haber matado a uno de sus hijos -ya que era producto de uno de sus amores fuera del matrimonio- y maldijo a la Isla de Fuerteventura que se quedó cada vez más árida hasta la actualidad.

Todas estas historias me las contó el viejo Justo mencey cuando acudíamos junto a él a comer gofio (hecho de harina de maíz tostado) con tomates en sal y acompañados de una grna botella de canario (parecido al baileys pero de mejor sabor por ser casero) y mientras él señalaba a un punto del mar, al este de Puerto de Cabras, con su bastón de madera de palma. Un punto donde dicen los habitantes majoreros de Fuerteventura (entre ellos mis amigas María Jesús y América) que muchas tardes se ven platillos voladores (OVNIS) que vienen desde las alturas y se hunden allí, en el mar, hasta las profundiades. ¿Serán atlantes que van a visitar los templos y palacios de Poseidón?.

Ya murió el viejo Justo Mencey pero sus historias son literatura verdadera que no pueden ser víctimas de moribundos movimientos literarios porque escapan de cualquier molde y por ser tan sencillas, claras y limpias, no son la ondulación cargada de voluptuosidades de los cuentos del Oriente ni tampoco los áridos relatos de Unamuno (cuando estuvo desterrado en esta isla) sino esencias de sentimeintos encarnados en la nobleza de estos habitnates canarios que viven en un clima tan benigno que ya los romanos las conocían como Islas Afortunadas.

jueves, 29 de noviembre de 2007

HABLAR CANARIO



La herrería
, en la trasera de la carpintería./ Y. M.

HABLAR CANARIO
Un cuento con retranca

Si los isleños de más edad afirman que “antes llovía más”, Felipe de León también asegura que “antes había más viento que hoy”. En su pueblo, San Bartolomé, todavía funciona el último molino de gofio que queda en Lanzarote, aunque es de motor. Pero él llegó a ver dos molinas de viento y de una tercera, desaparecida cuando él nació, los más viejos le hacían el siguiente cuento: “Era de un matrimonio, el molinero y la mujer, y un día había viento y fueron arriba a quitarle aspas a la molina, porque eran de madera y se le quitaban o se le ponían los cachos, según hiciera falta. Y la mujer parece que se puso en la retranca, como le decían antes al freno, y creo que vino una rachada de viento y el viejo estaba colgado arriba y la molina se dio vuelta. La mujer se llamaba Andrea y dicen que le decía el viejo: ‘¡Arrequinta* Andrea que voy para abajooo!’. Siempre he oído el cuento a los viejos”, concluye con una sonora risa./ Y. M.

Vocabulario

arrequinta. De arrequintar, término de la lucha canaria (“tener al otro luchador bien sujeto y amarrado”, según P. Padilla en Léxico de la Lucha Canaria), aquí sujetar con fuerza el freno o retranca de la molina.
barrilla. Planta rastrera de costa que se da en las cercanías del mar, su nombre científico es Mesembryanthemum nodiflorum. Viera y Clavijo llega a citar siete plantas distintas con este nombre en su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, si bien en las islas orientales suele llamarse así a una que también se conoce como cosco y ha sido utilizada en épocas de hambruna o escasez para tostar y hacer gofio con sus semillas.
cacharro. “El cacharro es aquí la lata de petróleo vacía, que sirve a las pobres mujeres del pueblo para llevar a sus domicilios el agua de la fuente pública” (A. Millares Cubas en Cómo hablan los canarios).
cuarterola. Tipo de envase de tonelería. “Es la cuarta parte de una pipa. La cuarterola equivale a 112,5 litros” (Navarro y Calero, citados en Tesoro lexicográfico del español de Canarias).
fucha. Del verbo fuchir, voz campesina que define M. Morera como “echarse el camello en el suelo sobre el pecho y recogiendo las patas” (citado en Tesoro…).
tunera. “Higuera chumba”, la define B. Pérez Galdós en un cuaderno manuscrito con palabras y expresiones canarias que permaneció inédito 70 años hasta su publicación en los años 30 del siglo XX (Estudio y reproducción del cuaderno en Voces canarias recopiladas por Galdós, de Hernández y Samper).

LA PENA DE MUERTE


Pena de muerte

Hoy ha llegado mi hora, toda mi familia ha venido a verme, es irónico pero llevo mi mejor traje.

Mi mujer llora y a pesar de estar tan cerca no puedo consolarla, soy peligroso para la sociedad.

No llevo mal las cadenas en mi manos, pero si, las cadenas que llevo en mi alma!

Hay un cura que dice que ahora es el momento de pedir perdón, para así no caer en el infierno y librarme de todo mal, por lo visto después de esto Dios me espera en algún lado!

Creo que no soy una mala persona, creo que no merezco morir así...

El pasillo cada vez es más corto y la luz cada vez es más clara, mis compañeros me miran con respeto, al fin y al cabo todos estamos aquí por lo mismo!

Me siento, los miro, me callo, respiro profundo, están apunto de bajar la palanca que me separará en un instante para siempre de mi vida.
Lo peor de todo es que siempre han estado equivocados, nunca confiaron en mis palabras, quizás por ser negro, un color que cubre mi alma!

Me preguntan que si quiero decir algo antes de morir y mirando a los ojos de mi mujer le digo; SOY INOCENTE!!!
Agacho la mirada y así con lágrimas en los ojos digo adiós.

Por Yoana Garrofé Herrera

sábado, 24 de noviembre de 2007

De cuando Pepe Monagas me contó el «compromiso» de las lluvias en Fuerteventura

De cuando Pepe Monagas me contó el «compromiso» de las lluvias en Fuerteventura


–Hase su calorsito... –dice al fin Monagas– Pa mí que se va a meté levante. –Sí... Se va a meter.

Volvemos a enmudecer un cuarto de hora.

–¿Usté ha oío que en Fuerteventura llovió... ? Se metió ese tiempo que llaman en Tunte «de los Molinos» y ensopó como ay años que no ensopaba... Creo que movió barrancos, tan de banda en banda,
que ni los más viejos los recordaban iguales.

Pepe hace una pausa, que aprovecha para encender la cola del virginio, con la cabeza toda cambada
y la lumbre de la cerilla lamiéndole el bigote sollamado.

–Pa mí que esa gente majorera es llorona. ¡Pa mí lo tengo! Siempre ha oído hablar de que si seco,
de que si baldío, de que si cabras escurridas, de que si manchonsitos de alfálfara
que caben en la palma de la mano... Luego, ende don Miguel de Unamuno –al que tuve el gusto
de ver en la Prasuela una sierta noche– hasta la pluma más jedionda de los periódicos, no ha quedado
perro ni gato que no haiga dicho algo ajoto de esas nubes negadas del sielo majorero... [...] Yo sigo creyendo
que son mimos y tapujos, ¿oyó?–reanuda Monagas tranquilo, imprimiéndole a cada palabra un deje de
vara y media– ¿Y sabe por qué se lo digo...? La otra mañana me cogió en el muelle la llegada del correillo de Fuerteventura.
Venía un conosío, un hombre de ay de la Oliva ée, que conosí yo aquí porque es de mi quinta ée.
Los saludemos, como es debido. Y yo le pregunté arrente lo que siempre se pregunta a esa gente
de las islas allá, según se «interesa» uno por la familia y taa...

–Qué, ¿ha llovío argo?

–Sí... –me dijo con un sí esmayao– Una jarujiya ha caío...

Me percaté de que venía serrado de negro de arriba abajo:

–¿Por quién es el luto, usté? –voy y le pregunto.

–Por mi padre, que en pas descanse...

–Vaya, hombre. Le doy el pésame y ta y ta... ¿entiende ? –le dije yo.
De vejés, el pobre –dije más, por desir algo.

Monagas saltó en el banco y se quedó sentado en el filo, vuelto hacia mí.
Medio caliente, dándole al sombrero un golpito hacia atrás, remató:

–...¿Sabe lo que me dijo? Dise: «No. De vejés, no. ¡Se lo llevó el barranco...!


Pancho Guerra, Memorias de Pepe Monagas. 1958.