sábado, 22 de diciembre de 2007

FUERTEVENTURA: SU HISTORIA

La Isla
Historia Insular
El origen de los primeros pobladores de Fuerteventura ha estado siempre rodeado de muchas leyendas, aunque los estudios más recientes apuntan a la raíz bereber de los mahos (los aborígenes de Fuerteventura), tal y como puede comprobarse en las inscripciones rupestres líbico-bereberes distribuídas por toda la Isla. Elementos de su cultura perviven en el lenguaje y forma de vida tradicional de Fuerteventura, con topónimos y palabras como Tofio, Baifo o Tesjuate que nos retrotraen varios siglos en el tiempo.

La isla fue conquistada y colonizada por Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle en los primeros años del siglo XV. Los conquistadores, al llegar a Fuerteventura, se imponen a los reinos existentes en ella: Maxorata y Jandía, cuyos reyes Guize y Ayose adoptaron los nombres de Luis y Alfonso, respectivamente. Se asentaron en el actual Valle de Betancuria, donde tambien se establecieron los franciscanos en el convento de San Buenaventura. Desde el siglo XV al XIX, Fuerteventura fue un señorío. En el siglo XIX pasó a integrar la provincia española de Canarias.

Historia Insular
El sistema productivo tradicional basado fundamentalmente en la agricultura y la ganadería y en escasa medida en los recursos marinos, ha producido históricamente una ocupación territorial volcada hacia el interior y de espaldas al mar, pese a lo cual la isla mantuvo una intensa actividad comercial a través de los puertos naturales del Tostón, Puerto de la Peña, Pozo Negro y Caleta de Fuste.

Actividad que ha pasado a capitalizar los puertos de Gran Tarajal, Corralejo, Morro Jable y Puerto del Rosario, este último como punto más importante de exportación de excedentes en la isla.

El modelo tradicional de asentamiento es perfectamente visible en el interior de la isla con numerosos caseríos que se ubican de forma dispersa en toda ella en los lugares en los que la morfología favorece la formación del suelo cultivable.

Pequeños núcleos costeros, dispersos a lo largo de todo el litoral, aunque más abundantes en la costa oriental, asentados principalmente en desembocaduras de barrancos simultaneaban el aprovechamiento de la tierra con la pesca pero sin llegar a formar entidades importantes. Únicamente Corralejo, y en menor medida, Morro Jable, con abundantes recursos pesqueros muy próximos, tienen una vocación estrictamente marinera.

Frente a este modelo tradicional de ocupación del territorio aparece a principios de los años setenta, el fenómeno turístico, con un esquema propio del uso del suelo, que tiende a localizarse lo más cerca posible del litoral y casi totalmente de espaldas al interior de la isla.

Se inicia así el establecimiento de una serie de núcleos turísticos costeros, apoyados, en algunos casos, en asentamientos preexistentes como Corralejo, Morro Jable o Tarajalejo, aunque predominan las creaciones ex novo.

Como resultado de este proceso, Fuerteventura presenta núcleos interiores basados en las actividades tradicionales y en franca regresión y núcleos apoyados, en gran medida, en el turismo, que atraen población del interior.

Betancuría
La agricultura de regadío de Fuerteventura, se ha visto desfavorablemente dotada por la naturaleza en cuanto a recursos hidráulicos, ya que a una pobre pluviometría se unen escasos y generalmente salobres caudales subterráneos. La lucha tenaz del agricultor majorero contra estas adversidades, generó un original e ingenioso sistema aún vigente "Las Gavias" y que consiste en el aprovechamiento de la mayor parte del terreno exclusivamente para la recogida de aguas en los días de lluvia gracias a la construcción de "trastones" de piedra o tierra que permiten retener el agua. Es en estas gavias donde se plantan los cerales para aprovechar su humedad, conforme el nivel del agua va descendiendo. Las gavias son además una herramienta fenomenal para evitar la erosión del terreno.

Por otra parte la propia salinidad de las aguas subterráneas y las condiciones climatológicas y de suelo han favorecido la producción de un tomate de invierno para exportación de calidad extraordinaria. El secano de Fuerteventura ha disminuido en las últimas décadas siendo los cultivos más representativos el trigo, la cebada, los garbanzos y lentejas.

La ganadería tiene como sector más representativo al caprino, animal de una gran rusticidad y excelentes cualidades lecheras, con un censo aproximado de 50.000 cabras (semiestabuladas) y 25.000 cabras de costa, produciendo los famosos "Quesos Majoreros" elaborados exclusivamente con leche de cabra y cuyas excepcionales cualidades le han dado gran renombre, llegando a crearse la Denominación de Origen del Queso Majorero.

De la importancia del ganado caprino en la economía insular habla por sí sola la existencia entre los pastores y ganaderos de una variedad de términos capaces de identificar cada cabra por el color de su pelaje, la disposición de las manchas en el mismo y las características tipológicas de su cornamenta, orejas, patas,etc. La cultura ganadera sigue siendo tan importante en Fuerteventura que todavía los vecinos de cada localidad se reúnen periodicamente bajo las indicaciones de los "comisionados de Costa" para realizar las "apañadas", en las que se identifica y marca el ganado sin estabular. Por toda la Isla existen además "gambuesas", construcciones circulares de piedra en las que se reúne el ganado durante las "apañadas".

Ganado caprino
Todo lo cual viene motivado por las excelentísimas condiciones de la cabaña majorera, condiciones que vienen confirmadas por los éxitos obtenidos por las cabras de la isla en los concursos celebrados en la Feria de FEAGA en los que se han alcanzado producciones de hasta 9'550 Kg. en 24 h. o de 28'300 Kg. en 24 h. de un lote de 4 cabras, cuando la media habitual de producción lechera de estos animales oscilan entre 3 y 4 Kg. de leche al día.

Los monumentos históricos de Fuerteventura están constituidos principalmente por la arquitectura de carácter religioso. No obstante, la isla cuenta con otros bienes culturales como yacimientos arqueológicos, paleontológicos y etnográficos, destacando entre estos bienes las construcciones propias de la cultura de los majos (pobladores pre-hispánicos).

La arquitectura religiosa se encuentra representada por las iglesias y ermitas que se levantan en varios núcleos de la isla, y dan testimonio de la incorporación de la tradición religiosa de los conquistadores y colonizadores de marcada influencia franciscana.

No hay comentarios: