domingo, 16 de diciembre de 2007

El aire sombrío de la tirijala

El aire sombrío de la tirijala


José A. Alemán

“¿Cómo se puede llamar ciudad a una ‘tirijala’ llena de gente, de ambiente africano, desorden urbanístico y con una permanente ‘panza burro’ sobre su cielo que le da un aire sombrío que la afea aún más? ¿Cómo se puede creer que de ahí se puede crear una megalópolis moderna y bella? Qué diferencia entre esa estampa fea de Las Palmas y la luminosidad de Santa Cruz y La Laguna y de los otros benéficos y muy saludables municipios que la circundan en Tenerife”.

Así remató ayer El Día otra de sus embestidas diarias contra Gran Canaria y su capital. Es de las más suaves porque, por lo general, son insultantes: tendría el redactor un mal día. Quería insultar, desde luego, pero sin conseguirlo porque considerarla “fea” es subjetivismo del tipo para gustos se hicieron colores. Lo mismo digo del “aire sombrío”. Y en cuanto al “ambiente africano” su intención es tan despectiva que vuelve a enseñar el chafardero su rejo racista. Allá ellos.

El resto es ignorancia. Si viajaran, sabría el periódico que Las Palmas de Gran Canaria dejó tiempo ha de ser una “tirijala” costera; y que la panza de burro no es permanente sino estacional; aunque ya quisiéramos que lo fuera porque tenemos por bendición del cielo contar con semejante parasol que reduce la temperatura varios grados.

Recordaré, por cierto, que organismos internacionales de la especialidad consideran el clima de Las Palmas, ciudad, de los mejores del mundo. Lo que no constituye mérito alguno pues nada hemos hecho para que así sea. No nos enorgullecemos, como El Día, de los caprichos de la Naturaleza: simplemente los disfrutamos sin envidiar y mucho menos disminuir los ajenos. No sé si me entienden.

El comentario de El Día es de apoyo a la fusión de Santa Cruz y La Laguna, “con las añadidas de El Rosario y Tegueste”, para hacer de la capital tinerfeña una “capital fuerte, con más peso demográfico y político” [que Las Palmas, of course]; la soñada “área metropolitana de Tenerife”, o sea. Contra la que nadie se echará a la calle en Gran Canaria: son otros los que convocan manifestaciones contra las aspiraciones ajenas, como es bien sabido.

Diría que el articulista aportó una nueva dosis de “enemigo exterior” para que su parroquia no repare en la extraordinaria suerte de Zerolo con la Lotería. Suerte que, imagino, será contabilizada en los áfricos patrios que deben circular ya por los zocos africanos grancanarios; si han logrado superar el trueque, claro.

Información de: CanariasAhora.com, 2-10-2007

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