jueves, 29 de noviembre de 2007

RECUERDOS


Recuerdos | ARQUEOLOGÍA GASTRONÓMICA
Las semillas de los antiguos canarios

Expedición al cenobio de Valerón en 1890. Con más de 350 cuevas, fue en realidad un gigantesco silo donde los antiguos canarios guardaban y protegían sus cereales./ LUIS OJEDA (AFHC-FEDAC)


¿Qué tipo de agricultura se practicaba durante la prehistoria de Canarias? ¿Cuáles fueron las plantas cultivadas por los antiguos canarios? ¿Siguieron cultivándose las mismas plantas después de la conquista europea? Éstas y otras preguntas, relacionadas con el uso de las plantas por los pobladores prehispánicos de las islas, están siendo tratadas en un proyecto de investigación financiado por el Cabildo de Gran Canaria. Con el objeto de resolver estas cuestiones, se están recogiendo grandes cantidades de tierra de los yacimientos arqueológicos, las cuales son tratadas con una técnica específica que permite separar las semillas prehistóricas de las actuales. Estas semillas se han conservado tan largo tiempo debido a que se carbonizaron cuando fueron manipuladas durante las tareas de preparación de la comida, evitando, de esta manera, su descomposición como el resto de materia orgánica. Otras semillas antiguas se han preservado en los graneros aborígenes, realizados en lugares secos y creando unas condiciones propicias para la conservación de la cosecha.

Aún no se conocen muchos detalles sobre la práctica de la agricultura durante la prehistoria de Canarias, pero algunos datos generales parecen bien contrastados. La cebada fue, si se puede decir, el monocultivo de la prehistoria de Canarias y sus semillas han aparecido en yacimientos de prácticamente todas las islas. El trigo fue el otro cereal cultivado por los antiguos canarios, aunque su importancia parece mucho más reducida. ¿A qué se debió esta preponderancia de la cebada? ¿Se adaptaba mejor la cebada a las condiciones ecológicas de las islas y a las necesidades de los primeros pobladores? Si bien estas preguntas aún están en proceso de investigación, parece claro que la agricultura desarrollada durante aquel período en Canarias presentaba cierta complejidad, especialmente en la isla de Gran Canaria. En esta última, además de los cereales citados se han recuperado semillas de lentejas, habas y arvejas, así como higos, lo que indica que aparte de sembrar cereales y legumbres la población aborigen también cultivaba árboles frutales.

¿Qué sucedió tras la conquista? ¿Desaparecieron los cultivos aborígenes? Lo que se conoce a este respecto es aún muy limitado, debido a la inexistencia de estudios genéticos para comparar las semillas arqueológicas y modernas. Sin embargo, sí es cierto que cebada, trigo, lentejas, habas y arvejas continuaron cultivándose con posterioridad a la conquista, manteniendo una elevada importancia dentro de la economía isleña. Asimismo, es muy probable que muchas de las semillas aborígenes se siguieran empleando para sembrar los campos después de la conquista, aunque también es seguro que otras muchas fueron introducidas desde Europa o África.

Higueras
A este respecto, la higuera constituye un caso excepcional por la importancia que desempeñó durante la prehistoria, y con posterioridad, en toda la historia insular hasta prácticamente la actualidad. Dichas higueras fueron cultivadas con mucha profusión en la Gran Canaria prehispánica, y era tal su producción que los propios conquistadores castellanos decidieron talarlas, con el fin de desabastecer a los aborígenes de una de sus principales fuentes de alimento. Sin embargo, tras la conquista y desaparición de la sociedad aborigen, algunas de estas higueras seguían vivas y existe documentación al respecto que las nombraba como “higueras canarias” o “salvajes”, instando en algunos casos a su mantenimiento o, en otros, a que fueran esquejadas con variedades de higuera peninsular. Hoy en día, si bien no se puede afirmar la existencia de una variedad de higuera aborigen, sí podemos estar orgullosos de contar con, al menos, 35 variedades de higuera, lo que supone uno de los mayores índices de diversidad en España./ Jacob Morales Mateos (Licenciado en Historia, especializado en Arqueobotánica. Becario del Cabildo de Gran Canaria).

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