Un hongo letal amenaza a los palmerales majoreros
Mueren cuatro palmeras en la capital afectadas por la nueva plaga
Un hongo letal ha provocado la muerte de más de 10 millones de palmeras en Marruecos. Su propagación en Argelia arruinó la exportación de dátiles. También llegó a Canarias, a Las Palmas de Gran Canaria y a la isla de Tenerife. Ahora está en Fuerteventura.
El laboratorio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias ha certificado la presencia de un mortal hongo africano, el Fusarium oxysporum, en cuatro palmeras canarias plantadas en el cementerio viejo de Puerto del Rosario, a la entrada de la capital. Las cuatro están ya muertas.
El hongo infecta las raíces del árbol e impide que éstas le suministren agua y nutrientes, ahogándolas. Las hojas de la palmera adquieren enseguida un tono gris amarillento y en poco tiempo se secan todas. Los ejemplares afectados mueren así rápidamente.
La enfermedad fue detectada a comienzos de mayo pasado por personal de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, dentro de las labores de seguimiento a que somete a los palmerales de la isla para evitar la propagación de otra virulenta enfermedad, el picudo rojo.
En ese momento se advirtió al Ayuntamiento de la necesidad de talar rápidamente los ejemplares afectados y trasladar con celeridad sus restos al vertedero insular para proceder a su destrucción, único remedio eficaz para evitar la propagación del dañino hongo. Pero hasta el momento no se ha hecho. Las palmeras muertas, junto a otras enfermas, siguen en pie.
Responsabilidades. Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo majorero sospecha que el brote de Fusarium detectado en Puerto del Rosario puede estar provocado por las irregularidades observadas en el personal de Parques y Jardines, quienes a la hora de realizar las podas y limpiezas de hojas en las palmeras no procedieron a la desinfección de las herramientas ni de los cortes de poda. Prácticas que pueden provocar la infección a ejemplares sanos.
El método para evitarlo es tan sencillo como limpiar hachas y sierras con alcohol de quemar o lejía comercial diluida. Y tratar los cortes de poda con una solución fungicida de oxicloruro de cobre.
Para su control se aconseja igualmente evitar heridas en las raíces de las palmeras, provocadas muchas veces por la realización de obras de excavación o urbanización en sus proximidades. También es recomendable tener bien drenado los suelos, no regar excesivamente, desinfectar la tierra donde crecen los árboles e incluso utilizar fungicidas en el agua de riego.
César J. Palacios Puerto del Rosario (Fuerteventura).
Canarias 7 27/06/07
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