ACN Press
Arrecife (Lanzarote)
Vecinos de La Graciosa se han acicalado y se dirigen hacia la iglesia de Caleta de Cebo, principal localidad de la Isla. Así podría ser la estampa corriente de un domingo corriente. Pero ni es domingo, ni los gracioseros van a rezar el rosario ante la Virgen del Mar. Por primera vez, acuden a un concierto de música clásica en su propia isla. Forma parte del programa del Festival de Música de Canarias que en su XXIV edición ha decidido incluir a la octava isla. “Ya era hora de que viniera algo así a La Graciosa”, exclamaba María del Carmen Hernández, vecina de Caleta de Cebo minutos antes de comenzar el concierto.
La expectación se palpaba en el ambiente aunque muchos rostros denotaban esa incertidumbre del que acude a un lugar sin saber lo que se va a encontrar. “Sólo había visto conciertos por la tele”, explicaba Juana Romero, “es la primera vez que aquí hay algo así”.
La Organización lo tiene claro hay que garantizar el acceso a la cultura a todos los canarios, vivan en la Isla que vivan. “El Festival de Música se desarrolla en todas las Islas Canarias, y La Graciosa es la octava isla, donde también viven canarios, por lo que nos pareció que debíamos hacer un concierto aquí”, explicó Juan Mendoza, director del Festival.
Organización, autoridades y medios de comunicación tuvieron que pasar la noche del sábado en La Graciosa. El último barco de vuelta a Lanzarote salía a las cuatro de la tarde y el concierto no finalizó hasta las nueve de la noche. “Es una forma de vivir, sentir, disfrutar y sentir la triple insularidad”, indicó Milagros Luis Brito, consejera de Educación del Gobierno de Canarias. “Este concierto ha sido un elemento de reconocimiento y compromiso para la Isla de La Graciosa, pero debe ser además un elemento de atracción para personas que viven en otras islas, e incluso un elemento complementario para la oferta turística, para aquellos que vienen con otras intenciones y buscando propuestas culturales”.
Además de Milagros Luis Brito, en el concierto estuvieron presentes otros representantes del Gobierno regional, como la lanzaroteña Inés Rojas, consejera de Bienestar Social y Alberto Delgado viceconsejero de Cultura. Por parte del grupo de Gobierno del Cabildo de la Isla se pudo ver a Nereida Pérez, consejera de Agricultura. Se echó en falta la presencia de Margarona Páez , alcaldesa pedánea de La Graciosa que no pudo asistir al concierto por luto familiar.
EL CONCIERTO
La formación anunciada inicialmente en el programa del Festival de Música de Canarias para este sábado en La Graciosa era el Cuarteto de Leipzig, sin embargo debido a una lesión en el dedo de uno de sus músicos tuvieron que suspender su gira por Canarias. En su lugar, hasta la Iglesia de Caleta de Cebo se acercó el Cuarteto de Keller, una formación húngara de alto prestigio internacional que lleva más de veinte años tocando.
Poco antes de salir al escenario, en este caso el altar, unas 150 personas ocupaban los bancos de la Iglesia dispuestos a recibir con un sentido aplauso a los músicos. Dos violines, viola y violonchelo comenzaron pasadas las siete de la tarde a ejecutar la primera de las piezas: ‘El arte en fuga’, de Johann Sebastian Bach.
Las notas del compositor alemán iban caldeando el ambiente. Y para romper el hielo y llegar a la segunda parte, una pieza contemporánea, ‘Metamorfósis nocturna’ de‘György Ligeti’.
El concierto, que duró casi dos horas se cerró con Franz Schubert, y se obra ‘La muerte y la doncella’. Final feliz y público en pie. Los aplausos se resistían a detenerse. “Ha sido un concierto de altísimo nivel artístico”, declaró Juan Mendoza, “y la respuesta del público ha sido sorprendente”.
Tan sorprendente que a la puerta del improvisado camerino, la sacristía, se amontonaba al final del recital una docena de ‘fans’ a la espera de un autógrafo. Ancianos y niños miraban a los músicos con admiración a la que estos respondían sonrientes y sorprendidos.
“Mañana voy a intentar ir a la Cueva de los Verdes”, exclamaba Juan Rodríguez. A sus 24 años este joven graciosero que escucha música clásica mientras estudia ha seguido el concierto extasiado desde la primera fila. “Como esto no ha habido mucho por aquí”, indicaba.
Andraes Keller, uno de los integrantes del cuarteto no podía ocultar su satisfacción ante tanta muestra de admiración: “Es un sentimiento muy difícil de expresar, solemos tener siempre públicos maravillosos, el tipo de gente tan humana, natural y sencilla es algo muy reconfortante”. Keller actuó en Lanzarote hace una década pero nunca había visitado La Graciosa. “Ha sido un gran descubrimiento, se ha creado muy buena atmósfera aquí”.
Con las redes que adornan el altar de la Iglesia de La Graciosa y el atril en forma de timón, este edificio de culto se ha convertido este sábado en un buen escenario para el Cuarteto de Keller. “La acústica ha sido muy buena”, explicó Juan Mendoza al término del concierto. “Sólo ha habido algún problema en la primera obra ya que se mezclaban sonidos”.
Tras este concierto tan especial el Festival de Música de Canarias sigue su curso. Esta misma tarde, a partir 20:30 horas el Cuarteto de Séller estará presente en el Auditorio de la Cueva de Los Verdes, en Lanzarote. Durante esta semana visitará además las islas de Fuerteventura (14 de enero), La Gomera (16 de enero), El Hierro (17 de enero) y La Palma (18 de enero). En cuanto a la experiencia de La Graciosa, entre las autoridades del Gobierno de Canarias se hablaba de repetir el próximo año.
La expectación se palpaba en el ambiente aunque muchos rostros denotaban esa incertidumbre del que acude a un lugar sin saber lo que se va a encontrar. “Sólo había visto conciertos por la tele”, explicaba Juana Romero, “es la primera vez que aquí hay algo así”.
La Organización lo tiene claro hay que garantizar el acceso a la cultura a todos los canarios, vivan en la Isla que vivan. “El Festival de Música se desarrolla en todas las Islas Canarias, y La Graciosa es la octava isla, donde también viven canarios, por lo que nos pareció que debíamos hacer un concierto aquí”, explicó Juan Mendoza, director del Festival.
Organización, autoridades y medios de comunicación tuvieron que pasar la noche del sábado en La Graciosa. El último barco de vuelta a Lanzarote salía a las cuatro de la tarde y el concierto no finalizó hasta las nueve de la noche. “Es una forma de vivir, sentir, disfrutar y sentir la triple insularidad”, indicó Milagros Luis Brito, consejera de Educación del Gobierno de Canarias. “Este concierto ha sido un elemento de reconocimiento y compromiso para la Isla de La Graciosa, pero debe ser además un elemento de atracción para personas que viven en otras islas, e incluso un elemento complementario para la oferta turística, para aquellos que vienen con otras intenciones y buscando propuestas culturales”.
Además de Milagros Luis Brito, en el concierto estuvieron presentes otros representantes del Gobierno regional, como la lanzaroteña Inés Rojas, consejera de Bienestar Social y Alberto Delgado viceconsejero de Cultura. Por parte del grupo de Gobierno del Cabildo de la Isla se pudo ver a Nereida Pérez, consejera de Agricultura. Se echó en falta la presencia de Margarona Páez , alcaldesa pedánea de La Graciosa que no pudo asistir al concierto por luto familiar.
EL CONCIERTO
La formación anunciada inicialmente en el programa del Festival de Música de Canarias para este sábado en La Graciosa era el Cuarteto de Leipzig, sin embargo debido a una lesión en el dedo de uno de sus músicos tuvieron que suspender su gira por Canarias. En su lugar, hasta la Iglesia de Caleta de Cebo se acercó el Cuarteto de Keller, una formación húngara de alto prestigio internacional que lleva más de veinte años tocando.
Poco antes de salir al escenario, en este caso el altar, unas 150 personas ocupaban los bancos de la Iglesia dispuestos a recibir con un sentido aplauso a los músicos. Dos violines, viola y violonchelo comenzaron pasadas las siete de la tarde a ejecutar la primera de las piezas: ‘El arte en fuga’, de Johann Sebastian Bach.
Las notas del compositor alemán iban caldeando el ambiente. Y para romper el hielo y llegar a la segunda parte, una pieza contemporánea, ‘Metamorfósis nocturna’ de‘György Ligeti’.
El concierto, que duró casi dos horas se cerró con Franz Schubert, y se obra ‘La muerte y la doncella’. Final feliz y público en pie. Los aplausos se resistían a detenerse. “Ha sido un concierto de altísimo nivel artístico”, declaró Juan Mendoza, “y la respuesta del público ha sido sorprendente”.
Tan sorprendente que a la puerta del improvisado camerino, la sacristía, se amontonaba al final del recital una docena de ‘fans’ a la espera de un autógrafo. Ancianos y niños miraban a los músicos con admiración a la que estos respondían sonrientes y sorprendidos.
“Mañana voy a intentar ir a la Cueva de los Verdes”, exclamaba Juan Rodríguez. A sus 24 años este joven graciosero que escucha música clásica mientras estudia ha seguido el concierto extasiado desde la primera fila. “Como esto no ha habido mucho por aquí”, indicaba.
Andraes Keller, uno de los integrantes del cuarteto no podía ocultar su satisfacción ante tanta muestra de admiración: “Es un sentimiento muy difícil de expresar, solemos tener siempre públicos maravillosos, el tipo de gente tan humana, natural y sencilla es algo muy reconfortante”. Keller actuó en Lanzarote hace una década pero nunca había visitado La Graciosa. “Ha sido un gran descubrimiento, se ha creado muy buena atmósfera aquí”.
Con las redes que adornan el altar de la Iglesia de La Graciosa y el atril en forma de timón, este edificio de culto se ha convertido este sábado en un buen escenario para el Cuarteto de Keller. “La acústica ha sido muy buena”, explicó Juan Mendoza al término del concierto. “Sólo ha habido algún problema en la primera obra ya que se mezclaban sonidos”.
Tras este concierto tan especial el Festival de Música de Canarias sigue su curso. Esta misma tarde, a partir 20:30 horas el Cuarteto de Séller estará presente en el Auditorio de la Cueva de Los Verdes, en Lanzarote. Durante esta semana visitará además las islas de Fuerteventura (14 de enero), La Gomera (16 de enero), El Hierro (17 de enero) y La Palma (18 de enero). En cuanto a la experiencia de La Graciosa, entre las autoridades del Gobierno de Canarias se hablaba de repetir el próximo año.
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