Desde la vertiente este a la oeste, en los altos de Gran Canaria destaca sobre el verde de Tabaibas, Tederas, Escobones, Codesos y Retamas, la figura del árbol cumbrero por excelencia: El almendrero; mato robusto, agreste, fuerte, agradecido, vecero, silvestre.
Son los municipios de Tejeda, San Bartolomé de Tirajana, Valsequillo, Artenara, y de forma diseminada en el Cauce del Bco. de Guayadeque, las principales zonas de almendreros en la isla de Gran Canaria. Los tres primeros cuentan con la mayor superficie arbolada, cuya edad oscila entre los 50-40 y los 100 años de antigüedad. Es en el primer grupo donde se encuentran los más productivos. La regeneración natural en la inmensa mayoría del territorio, se ha combinado con distintas iniciativas de repoblación.
El almendrero fue y es también, fuente de energía. La utilización de las cáscaras como combustible, costumbre en desuso, fue antaño muy valorada como moneda de cambio. En la actualidad hay quien las usa como “mulching” en sus cultivos. La madera se utiliza para la elaboración de carbón, actividad con mucho arraigo en la zona. Podemos decir que son los carboneros los encargados de mantener los almendreros sin ramas secas. En algunos casos, y a petición de los propietarios, realizan verdaderas podas de rejuvenecimiento en árboles adultos, en ocasiones porque no producen y en otras porque son amargos. Las maderas del almendrero, junto con la del escobón (Chamaecytisis proliferus), son las más codiciadas por los carboneros. Al tener un rendimiento muy alto, su carbón pesa más que ningún otro y las brasas que generan duran más, con lo que los consumidores lo demandan, pagando más por él.
Cabe destacar el papel que representaba la “suerte” de almendreros para la ganadería estante y trashumante y viceversa, al compartir estas actividades en el mismo espacio, favoreciéndose el control de la vegetación espontánea y la alimentación del ganado.
La almendra es materia prima de la ndustria pastelera de nuestros municipios de medianías, famosos por sus dulces de almendras: mazapanes, bienmesabes,.. .La elaboración de aceites de almendras es una labor hasta ahora artesanal que tiene viso de industrializarse. El aceite de almendra amarga es muy apreciada por sus cualidades curativas. Aún queda alguna tralla, verdaderas prensas rudimentarias de madera, que siguen en uso.
El almendrero, hoy, es tan sólo una renta complementaria del agricultor, importante para quien la trabaja, pero la realidad es que son pocos quienes lo hacen y menos los que la comercializan fuera de los momentos puntuales como las fiestas. Es la almendra, el almendrero pues, un elemento presente en la memoria colectiva e histórica de los pueblos cumbreros. El conjunto del arbolado, en su mayoría, está abandonado, algunos se han secado y la maleza silvestre y arbustos ha colonizado las “suertes”.
Con este panorama, la Mancomunidad de Municipios de Medianías en su apuesta por fomentar líneas de actuación que posibiliten el desarrollo sostenible de la comarca, ha puesto en marcha varios proyectos como el Taller “CONOCE EL ALMENDRERO”, “GEOALMENDRA”, y “CUANTALMENDRA”, pretendiendo con ello dar continuación a una iniciativa puesta en marcha hace algunos años. Se han tomando como punto de partida los estudios realizados en el 2000 y en el 2001 con fondos LEADER I y II respectivamente, donde se marcan las estrategias y directrices precisas parar la recuperación del sector.
“CONOCE EL ALMENDRERO” es un proyecto de formación y sensibilización para escolares. Nace con el objetivo de acercar a los niños a la memoria histórica de la almendra, identificar los elementos de la identidad territorial, informar sobre los usos de la almendra, conocer los oficios asociados, señalar al almendrero como elemento del paisaje y elaborar un recetario del municipio con ilustraciones. En el 2005, se realiza una intervención escolar con la colaboración municipal y el claustro de los centros educativos de Tejeda y Valsequillo. Fruto del material recopilado en este taller es el libro “Sueños de almendra” que hoy se presenta en versión pdf, publicación financiada por la Obra Social de la Caja de Canarias. En esta edición limitada se recogen recetas culinarias con almendras, testimonios de los abuelos, así como dibujos, todo ello material recopilado y elaborado por casi 1000 alumnos de primer, segundo y tercer ciclo de primaria. Durante el 2006 se desarrolla en el CEO de Tejeda el 2º taller “Conoce el Almendrero” haciendo partícipe, esta vez, a los alumnos de infantil y secundaria.
“GEOALMENDRA”, responde a la demanda de los agricultores de la zona. Este proyecto cuenta con un equipo interdisciplinario formado por geógrafa, delineante y capataz forestal.
Su principal objetivo es proporcionar asistencia técnica para redactar los expedientes de calificación territorial, permisos necesarios para poder limpiar, acondicionar y recuperar los caminos de acceso a las zonas de bosquetes de almendreros insertos en el paisaje. Es, sin duda, una necesidad imperiosa para poder responder a las expectativas que tiene el sector.
Estos caminos coinciden, en la mayor parte de los casos, con senderos vecinales en montes privados y públicos, existiendo también caminos de acceso que pasan por la trayectoria de caminos reales y caminos de bestias en algún tramo de su recorrido. Hasta el momento se han valorado el mantenimiento de 5.984,6 m lineales de caminos o veredas necesarios para recuperar aproximadamente 1.343 pies de almendreros, con una producción estimada en 62.600 Kg.
“CUANTALMENDRA” se desarrolló entre el año 2004 y principios del 2005. Con este proyecto se ha conseguido inscribir los almendreros como cultivo silvestre ecológico, dado como se explota el cultivo de la almendra en los dos municipios implicados (Tejeda y Valsequillo), variedades, tipos de suelos, ausencia de tratamientos fitosanitarios, etc. Así se obtuvieron los datos exigidos por el CRAE (Consejo Regulador de Agricultura Ecológica); se tramitaron los expedientes para la solicitar la inscripción en este Consejo de las parcelas de almendreros silvestres presentes en la geografía de la Mancomunidad. Este trabajo posibilitó crear una base de datos que recogiera las características de las fincas y las necesidades de las mismas para su puesta en marcha, así como la identificación de sus propietarios. Se establecieron contactos con los distintos agentes del sector de la almendra y se han planteado las prioridades de los mismos. El 14 de febrero de 2004 se cerró el proyecto CUANTALMENDRA censando un total de 56 hectáreas (no están todas las que son pero si son todas las que están), y obteniendo datos que facilitan seguir trabajando para la recuperación del sector.
Actualmente se sigue trabajando desde la Mancomunidad en el fomento de este sector con el apoyo decidido a la Asociación de la Almendra de Gran Canaria, desde su creación hasta la colaboración decidida en algunas de sus acciones y la participación activa en las fiestas que rinden homenaje al Almendro, tanto en Valsequillo como en Tejeda.
El almendrero, su importancia económica, cultural y paisajística permiten complementar las rentas y contribuir a la fijación de la población rural. Mantener el paisaje del almendrero, no sólo incidirá en las posibilidades de explotación de los mismos, con el consiguiente refuerzo del sector, sino que podrá ser un atractivo más a la oferta turística de la zona con una propuesta de senderismo temático donde confluyen geomorfología, historia, cultura, tradición y aprovechamientos agrícolas. Es el almendrero, un árbol, que si bien está abandonado, presenta grandes posibilidades de futuro paisajístico, medioambiental, y porqué no, económico.
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