jueves, 1 de mayo de 2008

Genios y Figuras

Genios y Figuras

Sir Isaac Newton (1642-1727), el matemático y filósofo naturalista inglés, considerado por muchos como el científico más grande que vivió nunca, hizo prácticamente todo su trabajo científico antes de convertirse en director de la casa de moneda en 1699. Aunque reformó el sistema inglés de acuñación, lo que no fue una hazaña pequeña en sí, los esfuerzos y realizaciones científicos de Newton fueron prácticamente nulos en sus últimos 25 años
Benjamín Franklin inventó la mecedora.
El proceso de línea de ensamblaje, con su división de trabajo y sus partes estandarizadas, explotado con tanto éxito por Henry Ford, fue proyectado por Eli Whitney más de 100 años antes. Whitney, más famoso por su invento de la desmotadora de algodón, aplicó estas técnicas para cumplir un contrato de mosquetes para el gobierno de los Estados Unidos en 1798.
Cuando la fábrica de nitroglicerina de Alfredo Nobel estalló en 1864, matando a su hermano, el gobierno sueco se negó a permitir que la fábrica fuese reconstruida. Nobel, quien había inventado la dinamita, llegó a ser considerado como un científico loco que fabricaba malvadamente la destrucción. Luchó toda su vida contra esa reputación, triunfando al fin de modo póstumo con el establecimiento, en su testamento, de los Premios Nobel.
Antonio Lavoisier (1743-1794) hizo más por la química que ningún hombre, antes o después. Fue uno de los primeros que introdujeron sistemas cuantitativos eficaces en el estudio de reaccioes químicas. Explicó la combustión. Descubrió con claridad el papel del oxígeno en la respiración de animales y plantas. Su clasificación de sustancias es la base de la distinción moderna entre elementos y compuestos químicos y de la nomenclatura química. Pero Lavoisier no pudo realizar lo que más deseaba: descubrir un nuevo elemento
El científico inglés Isaac Newton y el matemático alemán Gottfried W. Leibniz descubrieron, trabajando de modo independiente, el cálculo, rama de las matemáticas que estudia cantidades continuamente cambiantes
La famosa carta del 2 de agosto de 1939 de Alberto Einstein, preparada por el físico nuclear Leo Szilard, informaba al presidente Franklin Roosevelt sobre la posibilidad de establecer una reación nuclear en cadena en una gran masa de uranio, " por la cual serían generadas vastas cantidades de energía y de nuevos elementos radioactivos". Si ocurría este fenómeno, sería posible la construcción de bombas atómicas. La carta hacía notar que "es concebible, aunque no muy seguro, que bombas extremadamente poderosas de un nuevo tipo, llevadas en barco y hechas estallar en un puerto, muy bien pudieran destruir dicho puerto, junto con parte del territorio circunvecino. No obstante, tales bombas muy bien podrían resultar demasiado pesadas para su transporte por aire"
El matemático, físico, filósofo y estilista francés del siglo XVII Blas Pascal construyó en su niñez una calculadora y una regla de cálculo, estableció las bases para la moderna teoría de las probabilidades, inventó el triángulo matemático que lleva su nombre, descubrió las propiedades de la curva cicloidal, y adelantó el cálculo diferencial. Mas sus comentarios más conocidos no tuvieron ninguna relación con la ciencia. Fue el hombre que dijo que si la nariz de Cleopatra hubiera estado formada de manera diferente, aquilina, por ejemplo, o si la vejiga de Cromwell no hubiera sido obstruida y él hubiera vivido más tiempo, la historia del mundo se habría alterado
Aunque jamás había visto un reloj, Benjamín Banneker (1731-1806) pudo hacer uno de ellos, en 1754, que funcionó exactamente durante una veintena de años. Banneker fue matemático, astrónomo, inspector del Distrito de Columbia y editor de almanaques
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La presidencia de Israel fue ofrecida a Alberto Einstein. Rechazó la oportunidad por no tener cabeza, dijo, para los problemas humanos.
El excéntrico químico y físico inglés Henry Cavendish (1731-1810) no contaba con los instrumentos adecuados para sus objetivos, así que medía la fuerza de una corriente eléctrica en una forma directa. Se sometía a la corriente de la carga y calculaba el dolor. Consiguió vivir hasta cerca de los 80 años
Isaac Newton dejó la escuela cuando era adolescente, a petición de su madre. Ella esperaba que se convertiría en un próspero agricultor.

Juan A. Roebling (1806-1869), constructor y proyectista estadounidense, murió antes de que su mayor logro, el puente de Brooklyn, fuese completado en 1833. Herido mientras visitaba el lugar del puente, antes de que principiara la construcción en 1869, contrajo el tétanos y murió. Su hijo Washington padeció (1837-1926) un ingeniero con talento, por derecho propio, se hizo cargo del proyecto de su padre y lo llevó a su conclusión, pero a costa de un gran sacrificio personal. Washington padeció parálisis en 1873 por trabajar en cámaras de concreto a presión, a muchos metros bajo el río. Luego estuvo tan débil y enfermo, que durante un decenio tuvo que dirigir la construcción del puente desde una ventana de su casa en Brooklyn. Era ayudado por su esposa, quien actuaba como enlace.
La historia de Newton y la manzana es una leyenda cierta. Newton mismo la describió. Vio caer una manzana de un árbol al suelo, en una ocasión en que la Luna es creciente estaba en el firmamento nocturno. Pensó si la Luna se encontraba dominada por la misma fuerza que la manzana... el resto es historia. No obstante, hay una parte de la leyenda que no es verdadera. Cuando cayó, la manzana no golpeó a Newton en la cabeza.
Freud jamás aprendió a leer un horario de ferrocarriles. Casi siempre tenía que ser acompañado en sus viajes.
Luis Pasteur, cuyo trabajo sobre vinos, vinagre y cerveza condujo a la pasteurización, tenía un miedo obsesivo a la suciedad y a la infección. Se negaba a estrechar manos, y limpiaba cuidadosamente plato y vaso antes de cenar.
Las últimas palabras de Alberto Einstein nunca serán conocidas. Las dijo en Alemán, y la enfermera que lo atendía no comprendía este idioma.
Miguel Faraday, el hijo autodidáctica de un herrero, fue contratado por el gran químico Humphry Dhabi como lavador de botellas. Con el tiempo Faraday llegó a ser un hombre de ciencia todavía más grande que Davy, y los últimos años de la vida de éste estuvieron amargados por los celos
Lewis Carroll, según su propia declaración, escribió 98 721 cartas en los últimos 37 años de su vida
Thomas Edison, "el mago de Menlo Park", estableció una "fabrica de inventos", el primer laboratorio de investigación industrial, con la esperanza de producir un nuevo invento cada 10 días. En un periodo de 4 años obtuvo 300 patentes, o sea, una cada 5 días. En total, patentó cerca de 1300 inventos. (Su realización favorita fue el fonógrafo.)
La primera persona que resolvió el modo en que un telescopio enviaba la luz de acuerdo con estrictos principios científicos, fue el astrónomo alemán Johann Kepler. Sin embargo, su vista era tan mala, que era inútil para él tratar de usar en persona un telescopio
Charles Dickens preveía que nada más era posible una buena noche de sueño si la cama estaba alineada de norte a sur. Pensaba que en esta forma las corrientes magnéticas fluirían directamente a través del cuerpo recostado

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