jueves, 7 de agosto de 2008

COMO VINIERON LOS GUANCHES (I)




Buenaventura Rodríguez Rivero *

Este es el primer artículo de una serie de tres que tratan sobre uno de los principales misterios que quedan por resolver sobre nuestros primitivos antepasados.

Cuando los primeros europeos llegaron a Canarias, debieron haberse quedado bastante sorprendidos al encontrar cerca de la costa africana y muy alejados del continente europeo a unos indígenas blancos, altos, bien proporcionados y en muchos casos de ojos azules.

El aspecto físico de los guanches y las diferencias que existen con los pobladores contemporáneos de la cercana costa de Africa, han ocasionado no pocas controversias acerca de su posible origen.

Algunos han sugerido que podrían ser descendientes de antiguos pueblos germánicos. Otros incluso han encontrado en este hecho una base suficiente para demostrar la existencia de un supuesto continente perdido.

Sin embargo, las hipótesis más fiables por estar respaldadas por indicios de carácter científico, son las que sugieren el origen bereber de los guanches.

Estos indicios están basados no solo en estudios antropológicos, sino también en la frecuencia de determinados grupos sanguíneos así como en la genética de las poblaciones de diferentes pueblos de Africa y su comparación con los respectivos datos encontrados en la población canaria.

Según los estudios basados en la comparación de los grupos sanguíneos (García Talavera y otros), existe una elevada proporción del grupo sanguíneo 0 (el que se supone mayoritario entre los guanches) en la población canaria actual. Lo mismo ocurre en el caso de los Tuareg del Ahaggar y los bereberes de Ait Haddidu del alto Atlas.

Asimismo, el análisis del material genético de la población canaria actual (Cavalli-Sforza y otros), revela que existen también similitudes con los modernos bereberes norteafricanos.

Por tanto, todos los indicios apuntan al origen africano de nuestros primitivos aborígenes.

Una vez respondida la pregunta sobre el origen, las siguientes preguntas que debemos plantearnos son: ¿Cómo llegaron los guanches desde la costa Africana?. ¿Cómo es posible que llegaran no a una, sino a la mayor parte de las islas?.

Una respuesta que puede parecer evidente sería la de atribuirles a los guanches los conocimientos necesarios para fabricar y tripular embarcaciones, de tal forma que llegarían navegando con sus propias naves desde Africa.

Pero hay dos argumentos en contra de esta posible explicación.

El primero es que no se ha encontrado ninguna prueba de que los guanches poseyeran la capacidad de navegar. No sólo no han aparecido restos de embarcaciones entre los yacimientos arqueológicos, sino que, según constataron los primeros cronistas europeos, los primitivos aborígenes carecían de cualquier artilugio que les sirviera para adentrarse en el mar.

Podría argumentarse que los primeros guanches pudiesen haber poseído estos conocimientos, pero fueron posteriormente "olvidados" a través de las sucesivas generaciones. Sin embargo, para cruzar los más de 100 Km que separan a Canarias de las costas africanas hacen falta embarcaciones muy robustas. Una travesía como esta podría haberse prolongado muchos días, con lo que deberían llevar consigo también un peso importante en provisiones. Y no solo debían transportar un número importante de personas para asegurar la colonización de las islas, sino que además tendrían que haber venido con sus animales domésticos. A todo ello se le sumaría la dificultad de tener que luchar contra las corrientes que existirían entre las islas y la costa africana.

Para que un pueblo llegue a dominar la navegación de una forma tan eficaz hacen falta muchas generaciones. ¿Cómo es posible que los guanches hayan olvidado algo que les costó tanto aprender?. ¿Porqué lo olvidaron los pueblos guanches de todas las islas y no los de una sola?.

Supongamos que efectivamente los primeros inmigrantes que llegaron a Canarias tenían unas sólidas embarcaciones (en este caso las actuales pateras les deberían haber parecido unos cómodos trasatlánticos).

¿Cómo sabían que echándose al mar y navegando en dirección al oeste llegarían a Canarias?. No disponían de mapas de navegación y por supuesto tampoco de brújulas. Ni siquiera sabían que podían encontrar tierra. La probabilidad de que una barca salga desde un punto cualquiera de la costa africana elegido al azar y llegue a Canarias es ínfima, por no decir nula. Los actuales inmigrantes, que vienen con motores fuera borda y conocen perfectamente su destino así como el punto de donde deben partir en Africa, a veces terminan extraviándose.

Para los primitivos colonizadores, una travesía de estas características sería un suicidio con garantía.

Así pues, debido a estos argumentos en contra, es altamente improbable que los guanches llegaran a través del mar por sus propios medios.

Supongamos, sin embargo, que alguna civilización que poseyera la capacidad de atravesar grandes distancias marinas pudiese haber transportado a los guanches desde Africa. ¿Qué tripulación habría puesto en riesgo sus vidas para realizar tal empresa?. Es difícil imaginar a los antiguos pueblos vikingos, fenicios o cartagineses haciendo el papel de buenos samaritanos transportando a los bereberes hasta unas islas lejanas.

También parece improbable que los primitivos guanches hayan llegado a bordo de las embarcaciones de otros pueblos más avanzados.

Luego, si no vinieron por mar en sus propias embarcaciones ni tampoco a bordo de las naves de otros pueblos, ¿Cómo pudieron haber venido?.

Una sorprendente posibilidad será explicada en el próximo artículo.

* Lcdo. Biología Celular y Molecular
buenaventurarr@hotmail.com

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